La Paz, 19 ene.- Al cumplirse 87 años de la vigencia de la Ley de Imprenta, la Asociación de Trabajadores de La Paz (APLP) refrenda su plena vigencia por ser el mecanismo que avala el ejercicio de la libertad de expresión.

El primer artículo de la Ley señala: “Todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos por la prensa, sin previa censura”, pero también establece “restricciones”.

La organización que agremia a los periodistas de La Paz exhorta a quienes ejercen el periodismo “unirse para preservar ese derecho humano frente a los intentos políticos de censura”.

La Ley de Imprenta fue promulgada el 19 de enero de 1925, en la presidencia de Bautista Saavedra, como corolario de debates sobre la penalización de difamaciones y calumnias de los medios de comunicación social que en esa época se limitaban a los escritos y en reducido número. Sobrevivió a múltiples intentos de metamorfosis, pues los interesados en su derogación se repiten periódicamente.

La Ley de Imprenta está declarada “patrimonio jurídico” de la democracia boliviana, recuerda la APLP al indicar que “es el único instrumento legal regulatorio de la actividad periodística en nuestro país que fue incorporada en el parágrafo II del Artículo 107 de la Constitución Política del Estado”.

Siendo la Carta Magna aprobada por voto del pueblo, entonces alterar la Ley de Imprenta será un “desacato de la Ley de Leyes y de la Ley de Imprenta de 19252, porque se será un “desconocimiento a la voluntad del soberano, el pueblo”.

La Asociación de Periodistas también señala que “la libertad de expresión y de prensa son derechos fundamentales del ser humano sin los cuales una sociedad no puede calificarse de democrática”.

Por lo tanto, “su existencia, vigencia y ejercicio no son “concesión” del Estado y solo pueden definirse con la autorregulación de los códigos de ética de las instituciones de prensa, la Ley de Imprenta de 1925, la Constitución Política del Estado y los Convenios y Tratados internacionales”, señala la APLP. //JTI//

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