Zombies y marcianos viven en Bolivia

El cine de zombies no es un registro explorado en la producción boliviana. Sin embargo, el joven realizador Mirko Álvarez apuesta por este cine y sus posibilidades, a través del cortometraje Requiem (para una noche de farra). En el corto, la ciudad de La Paz se ve amenazada por una naciente raza de zombies, en medio de una noche de anticuchos, amigos y borrachera.

La revista digital Cinemas Cine conversó con el director de este cortometraje, quien tiene en mente organizar una proyección del corto junto con otros que se inserten en el género del terror, para conocer más acerca de su proyecto.

El corto hace un cruce entre el registro del humor y del terror. ¿Por qué te interesa jugar con estos espacios?

Tengo una inclinación por el humor negro, por películas donde situaciones y temas “delicados” son tomados con cierta ironía y sarcasmo.

Lo que quería lograr con Requiem es que no se tome en serio todo lo que sucede y el espectador se asombre y divierta con todas las situaciones planteadas. Además no soy muy seguidor de películas violentas con toque realista y considero que es muy difícil asustar en estos tiempos al espectador, por lo que el toque de humor negro era necesario.

¿Crees que al cine boliviano le hace falta una película de zombies?

Pienso que, dejando a un lado mi gusto personal por el cine de zombies, en Bolivia se puede explotar mucho el género de terror ya que tenemos muchísimas leyendas y mitos sobre seres sobrenaturales, historias de aparecidos, condenados, seres como el Kari kari, la viuda negra, el Lari Lari entre muchos otros, que no han sido explotados cinematográficamente.

Espero que a corto y mediano plazo haya realizadores que comiencen a hacer cine de terror en nuestro país.

¿Qué importancia tiene para ti hablar del alcohol y la borrachera en el cine?

Bueno, en el caso de Requiem se tiene una crítica sutil al alcohol, es un subtexto de la trama. Se hace una analogía entre los zombis y los borrachos ya que estos también son lentos y caminan erráticamente.

¿Por qué contar una historia de zombies en La Paz?

La ciudad de La Paz, principalmente sus noches tienen un aire, un encanto especial; la vista de la ciudad encajonada, las luces en las laderas y barrios periféricos, reuniones de amigos en plazas, anticucheras, vendedores de hamburguesas, grupos tomando en la calle son elementos y situaciones que con un enfoque adecuado dan para contar historias de terror en general, y en este caso para contar una historia con zombis.

¿Podrías mencionar algunas influencias del género de zombies y el cine en general que están presentes en el corto?

Las principales influencias que tengo son lógicamente las películas de George A. Romero: La noche de los muertos vivientes, El amanecer de los muertos y El día de los muertos.

En cuanto a la mezcla del terror y comedia tengo influencias de las primeras cintas de Peter Jackson y Sam Raimi: Bad Taste, Braindead y la trilogía de Evil Dead.

También me gustan mucho las primeras películas de Dario Argento: Suspiria, El ave de las plumas de cristal, Phenomena y Profondo Rosso son mis preferidas.

¿Cuándo se realizó el rodaje? ¿Cómo fue la etapa de postproducción?

El rodaje se realizó a finales de 2010 y a inicios de 2011, fueron 12 arduos días de trabajo con un gran equipo de personas quienes aportaron con su experiencia y gran dedicación en las diferentes áreas y también con un gran equipo de actores. Agradezco a todos por haber sido parte de este proyecto.

Presentaste el corto en el Cine-club El Espejo. ¿Cuál fue la respuesta de la gente?

Conversé con su organizador, Mauricio Ovando, quien fue muy amable permitiendo que el corto se proyecte durante el mes de noviembre aprovechando justamente que se estaba realizando un ciclo de cine de zombis.

Requiem se proyectó antes de cada una de las cintas de este ciclo.

Pese a que el corto tiene muchas cosas que pudieron haber salido mejor, y en las que hay que trabajar a futuro en otros proyectos, como la fluidez en la narrativa y un mejor cuidado en algunos aspectos técnicos, creo que se ha logrado una buena película, y esto se refleja en el buen recibimiento. Requiem, en general, gustó y creo que se debe justamente por mostrar un escenario paceño, y nacional, típico pero al mismo tiempo extremo, al que un grupo de amigos debe enfrentarse. El toque de humor negro que tiene el corto también gustó a la gente.

¿Presentarás el corto nuevamente?

La presentación oficial aun no se realizó, la intención es contactarme con otros realizadores que hayan hecho cortometrajes de terror para hacer una presentación conjunta de unos tres a cinco cortos. Tengo pendiente esta actividad.

El Diario

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