Cristina Fernández atacó a ambientalistas, petroleras, sindicalistas y El Clarín

La herida, colorada, cruza su cuello a lo ancho. Sin ningún pañuelo que la oculte por propia decisión, la presidenta Cristina Kirchner apeló dos veces a correr su pelo y dejar que los fotógrafos tomaran su notoria cicatriz.

Cristina volvió a la atividad luego de la intervención quirúrgica a la que fue sometida. Apareció de negro. Criticó a los ambientalistas: "Me gustaría escuchar a alguna organización sobre la depredación de Inglaterra en Malvinas".

El discurso de Cristina Fernánde inició a las 19.39, cuando agradeció “a todos y a todas” y marcó que “lo primero es lo primero, quiero agradecerle a todos a quienes rezaron por mi salud y me hicieron el aguante, cientos y cientos de jóvenes y al personal del Hospital Austral”.

Manifestó estar muy contenta por el anuncio “realizado por el seño vicepresidente” que ventiló “que por primera vez, por primera vez perforamos el piso de siete puntos con el 9,2% de crecimiento. Esto lo puede percibir claramente la gente que este año ha participado masivamente en las vacaciones en la costa argentina”.

Recordó cuando el país “estaba con un 25% de desocupación. A esto no se llega fácilmente. Se hace por ejemplo con las obras que hemos iniciado en Catamarca, en Villa Fiorito, en Lomas de Zamora y en Villa La Angostura”.

En ese sentido destacó la terminación de más de mil escuelas y que, entre las que están en construcción y en licitación “suman más de 1.800 escuelas”.

“Hoy me llegaron las lecturas de ocupación industrial y la verdad es que estamos muy bien. Lo que reflejaron algunos medios tiene que ver con lo que ocurrió con la industria automotriz”.

Destacó que en el lapso en el que estuvo de licencia por salud “hay un reino del revés”, dijo al contar que vio por televisión el allanamiento que sufrió la empresa Fich en Italia y lanzó. “¿Dónde está Moreno, la verdad es que usted es un príncipe. O imagínense a Echegaray entrando con la fuerza pública en una empresa. Ahora no le pueden echar la culpa a Berlusconi”, reflexionó.

Sobre la acusación de Inglaterra de que Argentina es más colonialista expresó: “Nosotros vamos a seguir de la misma manera que la hemos hecho hasta ahora. Con mucha rigurosidad diplomática. Esto es algo que se viene reclamando hace muchos años”.

Y reflexionó: “No somos invasores. Nuestras Fuerzas Armadas sólo participan en misiones de paz. Hay más ingleses viviendo en Capital Federal que en Malvinas y no les pediremos que se vayan”, dijo en alusión con lo que consideró un “transplantes de ingleses por argentinos. Vamos a seguir con la misma política de siempre, recordando a nuestros muertos y reclamando que se cumpla con la resolución de Nacional Unidas de sentarse a dialogar. No esperen de parte nuestra gritos destemplados ni acciones xenofóbicas”.

Respecto a la explotación de recursos naturales que realiza Inglaterra en Malvinas se esperanzó irónicamente: “Me gustaría que alguna organización ambientalista reclamara por al depredación que están realizando en Malvinas. La verdad es que no he escuchada a ninguna y me gustaría que se expresaran como lo hacen para salvar a las ballenas”, criticó.

Aludiendo al trabajo que realizan las empresas petroleras en el país estimó que “creo que es bueno que recuerden que el suelo es argentino ellos sólo tienen una concesión. No es necesario que volvamos a las épocas del Virreinato”. Y pidió que el combustible que se produce en el país “sea producido en el país, no hace falta que importemos combustibles”.

“El combustible es algo que atraviesa a todos los sectores de la vida económica argentina. Con el combustible no solamente se hace funcionar las ruedas de los camiones. También se genera energía para todos los argentinos. El vector energético también es un vector de competitividad de nuestra economía”, apuntó.

Reforzando la idea de comparar la realidad nacional con la letra de María Elena Walsh remarcó que esto es el “reino del revés”, estimando como una irracionalidad que los mayoristas “deban pagar más por el combustible que los minoristas”.

En esa misma línea de pensamiento se quejó que “haya un precio en el interior y otra en Capital. Es un despropósito que los mendocinos paguen de más el combustible siendo que poseen en su provincia la refinería de Luján de Cuyo. Hay que terminar con las avivadas. Voy a usar todos los elementos legales que tengo a mano para defender los intereses de los 40 millones de argentinos”.

“Pero aquí también, en este mundo del revés, me llama la atención que frente al descubrimiento de que se le pague el doble el gas oil a los transportistas y más aún cuando escuché a un gremialista del sector apoyando a la empresa que les provee combustibles. Yo creo que todos tienen que darse cuenta que estas cosas finalmente terminan impactando en todos”.

En su último tramo de su discurso se refirió a la forma en que fue tratada su enfermedad: “Si me hubiera puesto un pañuelo Clarín mañana hubiera publicado que ésta no se operó. Y dije, la política antes que la estética querida. Hubo alguno que me sugirió que porqué no llevaba a la tiroides y la pusiera ahí y pensé que era too much”.

En su último tramo de su discurso se refirió a la forma en que fue tratada su enfermedad: “Si me hubiera puesto un pañuelo Clarín mañana hubiera publicado que ésta no se operó. Y dije, la política antes que la estética querida. Hubo alguno que me sugirió que porqué no llevaba a la tiroides y la pusiera ahí y pensé que era too much”.

“Faltó que sólo opinara sobre mi salud la Organización Mundial de la Salud. Muchos quedaron al desnudo con eso. Pero en definitiva quiero rescatar a todos los que se alegraron que veo que son más y contarles, para finalizar, una anécdota. Cuando todo pasó, algunos de los médicos me dijo que la verdad es que nunca pensaron que se podían escribir tantas mentiras y barbaridades. Inclusive me contaron que otros colegas se quedaron azorados con las cosas que se escribieron sobre mi salud”, añadió.

También ventiló que el doctor que la operó –Saco- le dijo: “Estoy conmocionado lo bien que han resultado todas las pruebas. Él me confesó que esto fue casi un milagro, palabra que yo terminé pronunciando debido a que él no se animó por ser un científico”.



Clarín

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