Evo Morales ratifica que la Alasita es un patrimonio de Bolivia

“La celebración de la feria de Alasita es una muestra de nuestra cultura viva en la que nuestros artesanos ofrecen réplicas exactas y monumentales de una infinidad de objetos y bienes, es una tradición que mantenemos los bolivianos, es un patrimonio en miniatura”, dijo el viceministro de Turismo, Marco Machicao.

La tradición que mantiene la colectividad con algunas incorporaciones contemporáneas y que según algunos historiadores puede remontarse hasta la época prehispánica, por los vestigios arqueológicos encontrados –como representaciones zoomorfas de hombres pequeños con joroba y falo erecto–, aunque otros historiadores aseguran que el Ekeko, llamado también el dios Tunupa, proviene de la mitología andina.

Para Machicao, la festividad de la miniatura que se inicia al medio día de cada 24 de enero es una forma de mantener nuestras tradiciones que necesariamente se expanden a otras regiones del país como las tierras bajas y al exterior, como Perú, Argentina y Brasil.

El investigador Néstor Martínez considera que la alasita y sus costumbres se relacionan con las prácticas rituales y culturales. También tiene el significado para las personas –la celebración– que los objetos en miniatura que son comprados, es una forma de tomar previsiones, es una representación de lo que prevemos para el futuro, agregó.

En un reciente estudio publicado en el texto “Alasita universo de deseos” por el Museo de Etnografía y Folklore (Musef), se menciona que la feria tradicional tiene la virtud como un fenómeno social de adaptarse a las exigencias de la colectividad lo que provoca la aparición de nuevos elementos que pueden llegar a competir con el tradicional Ekeko.

Entre esos elementos se destacan los gallos y gallinas que tienen un determinado significado dependiendo del anhelo de cada una de las personas que adquieren los objetos. También es notoria la aparición en la feria de otras representaciones que provienen de la tradición china o árabe.

La antropóloga Luz Castillo que participó en la investigación publicada en “Alasita universo de deseos” dice que las tradiciones cambian con el tiempo, de lo contrario tienen a desaparecer. La investigadora escribe que el Ekeko está siendo reemplazado por otros objetos como el sapo con monedas de oro, gatos y conejos, además de otros elementos que provienen de otras tradiciones foráneas.

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