Silbatina e indiferencia para marchistas de Conisur

Al menos 26 personas entre policías, indígenas y periodistas resultaron afectados por los marchitas del Consejo Indígena del Sur (Conisur) al ingresar a la plaza Murillo, quienes con palos y piedras rebasaron la barrera policial.

La marcha del Consejo Nacional Indígena del Sur (Conisur) ingresó a la Sede de Gobierno en medio de un clima de indiferencia, aunque algunos sectores, especialmente en El Alto, les entregaron algunos víveres y exteriorizaron sus muestras de aprecio.

A pesar de la baja temperatura que se registraban en horas de la mañana, niños, mujeres y personas mayores, formaron en El Alto una columna para dar su voz de aliento a quienes marcharon desde Isinuta (Chapare cochabambino) durante 47 días.

Los marchistas que demandan la abrogación de la Ley Corta 180 y la construcción de la carretera que une Villa Tunari y San Ignacio de Moxos en el departamento de Beni ingresaron a la Plaza Murillo aproximadamente a las 14.00 horas, luego de superar un débil cerco de los policías.

La actitud pasiva de la ciudadanía paceña contrastó con las muestras de apoyo de la Confederación de Mujeres Campesinas “Bartolina Sisa”, quienes en la localidad de Senkata les ofrecieron alimento y ropa abrigada en particular a los niños que acompañaron a sus padres en esta travesía.

En tanto otros grupos aislados expresaron su rechazo a la marcha lanzando gritos de reprobación asociándola a una iniciativa de los cocaleros. Tal es el caso del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), quienes con gritos manifestaban su desacuerdo a paso de la marcha.

El ejecutivo nacional de esa organización, Bladimir Machicao, advirtió que con la construcción de la carretera se estaría destruyendo los recursos naturales, el medio ambiente y además se estaría violando los derechos humanos de quienes viven en esa zona.

El cacique Mayor del Conisur, Gumersindo Pradel, manifestó que la lucha por conseguir sus demandas fue muy firme durante todo el trayecto de su caminata. Con las manos extendidas hacia arriba, el representante indígena expresó su satisfacción de llegar a la Sede de Gobierno tras más de un mes de caminata.

CONTUSOS

Cerca de las 14.00 la columna llegó hasta la Plaza Murillo, que a esa hora de la tarde, contaba con un resguardo policial, siguiendo instrucciones del viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, quien comunicó esa orden a los dirigentes de los marchistas. “Les ruego por favor entiendan que no pueden ingresar a la Plaza Murillo, porque se debe proteger las infraestructuras del Palacio de Gobierno y la Asamblea Legislativa, ya que esta tarde estarán dialogando con el presidente Morales”, explicó.

Al menos 26 heridos entre policías, indígenas y periodistas es el saldo del ingreso de los marchitas del Consejo Indígena del Sur (Conisur) a plaza Murillo, quienes con palos y piedras rebasaron la barrera policial que no actuó, como en otras ocasiones, con gases lacrimógenos para evitar estos excesos.

“Hemos sido rebasados, hemos tenido como veinte policías contusos que en este momento se han reportado al hospital de la Policía para su atención”, informó el comandante departamental de la Policía, coronel Alberto Aracena.

Además de los efectivos del orden, periodistas que cubrieron el momento del ingreso de los marchistas también fueron afectados con las piedras que lanzaron los indígenas, las víctimas fueron la periodista de Gigavisión, Helga Velasco, y dos camarógrafos, uno de la red Bolivisión, Carlos Saavedra, y otro de Televisión Fides, Alejandro Estívariz.

El Diario

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