Según un informe elaborado por el Gobierno de Chile, y difundido por medios de comunicación del vecino país, desde 2006 se invirtieron en las regiones de Arica, Parinacota y Tarapacá para facilitar a Bolivia el acceso portuario, cumpliendo de esta manera lo establecido en el Tratado de 1904, que la administración del presidente Evo Morales insiste es incumplido por Santiago.
Según señala el Mercurio de Chile, el puerto de Arica es la puerta natural del comercio exterior boliviano. A 500 kilómetros de La Paz, no solo es el puerto más cercano, sino que las cifras demuestran que es el preferido por los privados a la hora del intercambio comercial.
En 2011, la carga de importaciones y exportaciones va a superar el volumen de 1.700.000 toneladas. Según la Cancillería de Chile, a noviembre de 2011 el intercambio era de 1.672.013 toneladas, doblando las 803.147 toneladas que se comercializaron en 2005.
Esto representa más de 60% del total de carga boliviana que entra y sale de nuestro país que, contabilizando lo que ocurre en los puertos de Iquique (69.447), Antofagasta (247.199), y Mejillones (536.917), alcanzó a las 2.525.577 toneladas a noviembre de este año.
En la región de Arica y Parinacota, desde 2006 el Estado y los empresarios privados chilenos han invertido cerca US$ 552 millones “en asegurar el libre tránsito boliviano”, señala la citada publicación.
Una de las obras más importantes que están en desarrollo es la repavimentación de la ruta 11-CH, que con 192 kilómetros une Arica y Tambo Quemado en Bolivia, siendo la principal ruta de tráfico de carga entre ambos países. Por ella pasa la totalidad de las 1.700.000 toneladas de carga que importa y exporta Bolivia. La inversión en esta obra es de US$ 137 millones. Algunos tramos comenzaron su diseño en 2009 y los últimos estarán finalizados en 2016.
Pero la ruta 11-CH no es la única inversión en conectividad vial. A esto se suman los trabajos en la ruta 5 (que asegura la conectividad hasta la Quebrada de Camarones), que tiene una extensión de 125 kilómetros por donde pasa carga que principalmente ingresa por el puerto de Iquique con una inversión cercana a los US$ 121 millones y la ruta A-93, conocida como la "ruta andina" que con 106 kilómetros conecta Parinacota con el punto trifinio, que es donde convergen las fronteras de Chile, Perú y Bolivia, y permitirá importantes ahorros en tiempos de viaje, ya que acortará la ruta en prácticamente 70 kilómetros.
Las inversiones chilenas en la región de Arica y Parinacota también contemplan la creación de dos complejos fronterizos: uno en Chungará y el otro en Visviri.
El complejo de Visviri representará una inversión de US$ 36 millones y tendrá una superficie de 9.556 metros cuadrados. Su diseño está proyectado como un "espejo", es decir, la parte chilena será exactamente igual a la boliviana y podría estar listo en 2016. Sin embargo, su construcción se ha visto retrasada, ya que dadas sus características, debe consensuarse con Bolivia, país que no ha entregado respuesta a los requerimientos chilenos.
El otro complejo es Chungará, donde se busca reconstruir las entradas, salidas y conexiones entre ambos países en un paso que es actualmente el lugar por donde más carga transita en todo Chile y que hoy ofrece malas condiciones tanto para la carga como para las personas que por ahí transitan.
Otra importante inversión que se está realizando desde mayo de 2010 es la "rehabilitación" del ferrocarril que hasta 2005 conectó Arica y La Paz, cuando las duras condiciones del invierno altiplánico deterioraron las vías férreas y posteriormente sufrió la quiebra de la empresa que lo administraba, con capitales chileno-bolivianos.
En junio del próximo año debería estar lista la primera fase de la reparación de la vía férrea que ha implicado una inversión de US$ 32 millones, que en un 60% se ha utilizado en reparar la línea del tren y en un 40% en medidas de mitigación ambiental para una zona que resultó altamente contaminada por el paso de transporte de minerales.
A eso se suma el mandato que hace un mes la Empresa de Ferrocarriles del Estado entregó a la empresa portuaria de Arica para que repare vagones y locomotoras para que pueda volver a funcionar el tren Arica-La Paz.
El informe de la Cancillería chilena constata además que junto con las inversiones que se han realizado en los últimos cinco años, existen otros beneficios que también deben ser cuantificados a la hora de contabilizar la inversión de Chile para que Bolivia pueda contar con libre tránsito.
Uno de ellos son las franquicias portuarias con las que cuenta Bolivia, como las tarifas de exportación privilegiadas y el almacenamiento gratuito de carga por un año y otras exenciones tributarias que están valorizadas en US$ 56 millones al año (cálculo a 2010). Además, está el uso del oleoducto Sica-Sica - Arica, sobre el cual Bolivia tiene una servidumbre desde 1953, que llega a un terreno de 16 hectáreas en Arica, avaluado en cerca de US$ 2,7 millones.
A esto se suma la inversión privada en el puerto de Arica, de US$ 80 millones invertidos por la concesionaria en los últimos 6 años, que entre otras cosas implicó la construcción de un muelle asísmico capaz de resistir un terremoto de 8,8 grados, que asegura el comercio a Bolivia en caso de terremoto.
En tanto, para la Región de Tarapacá, el informe constata una inversión de US$ 62 millones. Una de las obras principales es la repavimentación de la ruta 15-CH, con una inversión de US$ 57 millones, el sitio extraportuario avaluado en US$ 704 mil y el complejo fronterizo Colchane-Pisiga, con una inversión de US$ 4 millones.
Las cifras de importaciones y exportaciones en Bolivia demuestran que, pese a las críticas políticas en ese país, el comercio exterior boliviano optó por los puertos chilenos y en especial por Arica.
US$ 412 millones se han invertido en la Región de Arica y Parinacota desde 2006 y US$ 62 millones en la de Tarapacá para el libre tránsito boliviano. El 76% del comercio del puerto de Arica es boliviano y el 24% es chileno. El 40% de las exportaciones bolivianas sale por puertos chilenos. El 15% del PIB de Arica y Parinacota es aportado por el comercio que se realiza a través del puerto de Arica.
Radio Fides
Según señala el Mercurio de Chile, el puerto de Arica es la puerta natural del comercio exterior boliviano. A 500 kilómetros de La Paz, no solo es el puerto más cercano, sino que las cifras demuestran que es el preferido por los privados a la hora del intercambio comercial.
En 2011, la carga de importaciones y exportaciones va a superar el volumen de 1.700.000 toneladas. Según la Cancillería de Chile, a noviembre de 2011 el intercambio era de 1.672.013 toneladas, doblando las 803.147 toneladas que se comercializaron en 2005.
Esto representa más de 60% del total de carga boliviana que entra y sale de nuestro país que, contabilizando lo que ocurre en los puertos de Iquique (69.447), Antofagasta (247.199), y Mejillones (536.917), alcanzó a las 2.525.577 toneladas a noviembre de este año.
En la región de Arica y Parinacota, desde 2006 el Estado y los empresarios privados chilenos han invertido cerca US$ 552 millones “en asegurar el libre tránsito boliviano”, señala la citada publicación.
Una de las obras más importantes que están en desarrollo es la repavimentación de la ruta 11-CH, que con 192 kilómetros une Arica y Tambo Quemado en Bolivia, siendo la principal ruta de tráfico de carga entre ambos países. Por ella pasa la totalidad de las 1.700.000 toneladas de carga que importa y exporta Bolivia. La inversión en esta obra es de US$ 137 millones. Algunos tramos comenzaron su diseño en 2009 y los últimos estarán finalizados en 2016.
Pero la ruta 11-CH no es la única inversión en conectividad vial. A esto se suman los trabajos en la ruta 5 (que asegura la conectividad hasta la Quebrada de Camarones), que tiene una extensión de 125 kilómetros por donde pasa carga que principalmente ingresa por el puerto de Iquique con una inversión cercana a los US$ 121 millones y la ruta A-93, conocida como la "ruta andina" que con 106 kilómetros conecta Parinacota con el punto trifinio, que es donde convergen las fronteras de Chile, Perú y Bolivia, y permitirá importantes ahorros en tiempos de viaje, ya que acortará la ruta en prácticamente 70 kilómetros.
Las inversiones chilenas en la región de Arica y Parinacota también contemplan la creación de dos complejos fronterizos: uno en Chungará y el otro en Visviri.
El complejo de Visviri representará una inversión de US$ 36 millones y tendrá una superficie de 9.556 metros cuadrados. Su diseño está proyectado como un "espejo", es decir, la parte chilena será exactamente igual a la boliviana y podría estar listo en 2016. Sin embargo, su construcción se ha visto retrasada, ya que dadas sus características, debe consensuarse con Bolivia, país que no ha entregado respuesta a los requerimientos chilenos.
El otro complejo es Chungará, donde se busca reconstruir las entradas, salidas y conexiones entre ambos países en un paso que es actualmente el lugar por donde más carga transita en todo Chile y que hoy ofrece malas condiciones tanto para la carga como para las personas que por ahí transitan.
Otra importante inversión que se está realizando desde mayo de 2010 es la "rehabilitación" del ferrocarril que hasta 2005 conectó Arica y La Paz, cuando las duras condiciones del invierno altiplánico deterioraron las vías férreas y posteriormente sufrió la quiebra de la empresa que lo administraba, con capitales chileno-bolivianos.
En junio del próximo año debería estar lista la primera fase de la reparación de la vía férrea que ha implicado una inversión de US$ 32 millones, que en un 60% se ha utilizado en reparar la línea del tren y en un 40% en medidas de mitigación ambiental para una zona que resultó altamente contaminada por el paso de transporte de minerales.
A eso se suma el mandato que hace un mes la Empresa de Ferrocarriles del Estado entregó a la empresa portuaria de Arica para que repare vagones y locomotoras para que pueda volver a funcionar el tren Arica-La Paz.
El informe de la Cancillería chilena constata además que junto con las inversiones que se han realizado en los últimos cinco años, existen otros beneficios que también deben ser cuantificados a la hora de contabilizar la inversión de Chile para que Bolivia pueda contar con libre tránsito.
Uno de ellos son las franquicias portuarias con las que cuenta Bolivia, como las tarifas de exportación privilegiadas y el almacenamiento gratuito de carga por un año y otras exenciones tributarias que están valorizadas en US$ 56 millones al año (cálculo a 2010). Además, está el uso del oleoducto Sica-Sica - Arica, sobre el cual Bolivia tiene una servidumbre desde 1953, que llega a un terreno de 16 hectáreas en Arica, avaluado en cerca de US$ 2,7 millones.
A esto se suma la inversión privada en el puerto de Arica, de US$ 80 millones invertidos por la concesionaria en los últimos 6 años, que entre otras cosas implicó la construcción de un muelle asísmico capaz de resistir un terremoto de 8,8 grados, que asegura el comercio a Bolivia en caso de terremoto.
En tanto, para la Región de Tarapacá, el informe constata una inversión de US$ 62 millones. Una de las obras principales es la repavimentación de la ruta 15-CH, con una inversión de US$ 57 millones, el sitio extraportuario avaluado en US$ 704 mil y el complejo fronterizo Colchane-Pisiga, con una inversión de US$ 4 millones.
Las cifras de importaciones y exportaciones en Bolivia demuestran que, pese a las críticas políticas en ese país, el comercio exterior boliviano optó por los puertos chilenos y en especial por Arica.
US$ 412 millones se han invertido en la Región de Arica y Parinacota desde 2006 y US$ 62 millones en la de Tarapacá para el libre tránsito boliviano. El 76% del comercio del puerto de Arica es boliviano y el 24% es chileno. El 40% de las exportaciones bolivianas sale por puertos chilenos. El 15% del PIB de Arica y Parinacota es aportado por el comercio que se realiza a través del puerto de Arica.
Radio Fides
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