Lo que los más pesimistas consideraban como posibilidad lastimosamente se cumplió en Yapacaní.
Ayer se registraron violentos enfrentamientos entre pobladores del municipio y efectivos policiales. El saldo: tres personas muertas en filas de los manifestantes y una cantidad aún no precisada de heridos en ambos bandos.
Bloqueos, marchas, cabildos, petardos, palos y piedras, fueron los elementos que, semanas antes, crearon el panorama de violencia que se desbordó ayer con un saldo fatal.
Marcha y cabildo. La jornada se inició con la masiva marcha de las organizaciones sociales locales que tenían previsto realizar un cabildo en la plaza principal de Yapacaní.
Sin embargo, antes de llegar a este punto, los efectivos policiales reprimieron a los manifestantes con gases lacrimógenos, logrando dispersarlos, aunque no fue suficiente, ya que los marchistas llegaron hasta el centro del municipio, enfrentándose con unos 700 policías que habían llegado el lunes a esta localidad desde Santa Cruz y Cochabamba.
La movilización tenía como fin, realizar este cabildo para desconocer al burgomaestre, quien fue alejado del sillón municipal por la fuerza hace dos meses, pero que regresó a su cargo el pasado lunes gracias a un amparo constitucional y el apoyo del fuerte contingente policial.
Las muertes registradas. Producto de los enfrentamientos, Abel Rocha, de 27 años de edad, perdió la vida, por varios impactos de proyectiles; Michael Sosa Apata, de 23 años, segunda víctima, murió a causa del impacto de un perdigón en el corazón, según el director del hospital San Juan, doctor Eduardo Pérez.
La tercera víctima mortal aún no había sido identificada hasta el cierre, anoche, de nuestra edición.
Además de los fallecidos, se informó que hay más de 50 heridos, entre ellos un policía, también por impacto de proyectiles.
El ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, que salió a dar una conferencia de prensa sobre la jornada, señaló que se realizará una investigación "para que no quede impune este asesinato, ni la grave herida de un policía".
Chávez aseguró que la Policía no estaba autorizada para usar armas de fuego, solo agentes químicos disuasivos
Contradicciones. El mismo ministro fue quien anunció la renuncia del alcalde yapacanisense, David Carvajal.
Sin embargo, Carvajal, desde Santa Cruz, donde se puso a buen recaudo, emitió declaraciones contradictorias. Dijo que está dispuesto a someterse a un referéndum revocatorio, y luego señaló que no se aferraba al cargo. Y que tampoco había renunciado.
Minutos después, el ministro Chávez había dicho categóricamente que David Carvajal renunció al cargo y que por ese motivo, las fuerzas del orden se retiraban del lugar.
"Una vez efectivizada la renuncia del alcalde, no se justifica la presencia de la Policía", dijo.
Sigue la furia. Hasta el cierre de esta edición, pese al repliegue policial, aún se registraban hechos de violencia en Yapacaní. La población, enardecida por las muertes, prendió fuego a algunas oficinas de la Policía.
Además, se realizaron bloqueos esporádicos.
El 11 de enero es una fecha trágica
El 11 de enero del 2007 también quedó marcado con la muerte de dos personas, cuando el MAS tomó por la fuerza la gobernación de Cochabamba.
Abel Rocha será velado en la plaza de Yapacaní
Fallecido. Abel Rocha Bustamante, de 27 años de edad, recibió varios proyectiles (no se determinó con exactitud cuántos ni de qué calibre, pero una versión extraoficial habla de 11). A Rocha, se suma la muerte de Michael Sosa Apata (23) y otra víctima aún no identificada hasta anoche. Un efectivo policial afirmó que ellos no portaban armas de fuego porque no estaban autorizados. Rocha será velado hoy en la plaza de Yapacaní.
El Día
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