Historias del Cementerio General de La Paz

Una investigación recopila relatos tradicionales que datan de 1582. Incluso hay relatos actuales, como la Curva del Diablo, de la autopista.

Aunque ahora su nombre es desconocido, a comienzos del siglo XVI, Ana Paredes, una anciana, fue una de las protagonistas que se opuso a la construcción del Cementerio General de La Paz. Pero por paradojas de la vida, fue la primera persona en ser enterrada en este panteón.

Ésa es una de las 15 historias recopiladas en el libro Tradiciones y leyendas de la ciudad de La Paz. Este trabajo de investigación fue efectuado por Randy Chávez y Carlos Gerl Pardo.

En el libro se han compilado tradiciones orales relacionadas a 15 espacios públicos y tradicionales de la urbe paceña.

Otra de las leyendas que se conoce de boca en boca es la historia de la Laguna Encantada del parque Laickackota.

En la compilación hay relatos de Ismael Sotomayor, Rubén Ochoa Uribe, Zacarías Monje Ortiz y Antonio Paredes Candia. Estos autores son principales recopiladores de las tradiciones orales que tuvo La Paz.

Según explica Chávez, fue complicado encontrar la bibliografía de algunos de los autores, pues se tuvo que desempolvar una infinidad de libros. A pesar de los obstáculos, en la publicación están las reseñas de vida de los escritores.

De Ismael Sotomayor, hay historias como Milagro de los Remedios, que relata una leyenda que en 1703 dejó con la boca abierta a la gente que vivía en La Paz. Se trata de una estatua de una Virgen milagrosa que fue golpeada y luego cobró vida.

En la obra, se narra el primer caso de canibalismo ocurrido cuando la ciudad de La Paz estaba cercada por el levantamiento indígena de Túpac Katari.

Hay leyendas de fantasmas de la famosa avenida Tumusla y las calles Santa Cruz y Figueroa.

Otra de las curiosas leyendas es la del Manos non Sanctas. La historia, que data de 1799, ocurrió en el barrio de Supay-calle (hoy calle Santa Cruz). Es posible que hasta hoy, los abuelos recuerden la historia del hijo que golpeó a sus padres y fue excomulgado.

Hay relatos actuales, como la Curva del Diablo, donde se describe el altar de piedra con un rostro dibujado en una curva de la autopista que conecta La Paz con El Alto. Otra de las historias estremecedoras es la Cholita Sirena de Callapa, que recoge los relatos de los vecinos afectados en el megadeslizamiento, ocurrido el 26 de febrero de este año.

La laguna de la Laickackota

Cuando los fundadores de Nuestra Señora de La Paz se establecieron en la inmensa hoyada, demarcaron los ayllus, y al que desde épocas pretéritas se conocía como Laickackota lo convirtieron en un distrito, dándole el nombre de Santa Bárbara... Se hallaba atravesado de este a oeste por el cerro de Laickackota, uno de cuyos lados daba al valle de San Isidro de Potopoto, en tanto que el otro, caía hasta la orilla misma del río Choqueyapu. En este costado y sobre un ribazo, existía una laguna conocida por los iberos como la Laguna Encantada, y por los autóctonos como Laickackota...tenía forma de pescado...

Primer entierro en el panteón

...A las sabiendas de la referencia, las autoridades civiles y eclesiásticas resolvieron inaugurar el Cementerio General de La Paz con los restos del Obispo Ochoa, fallecido hacia un año atrás, que debían ser exhumados de un templo de la ciudad y soterrados en el nuevo camposanto. Mientras tanto y por mera casualidad, la viejita Paredes falleció de un infarto. Como los funerales de Monseñor fueron solemnes y se prolongaron por varios días, demorando su inhumación, doña Paredes fue sepultada en el camposanto sin gran preámbulo, ni ceremonia ni excelso funeral...

Página Siete

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