Pese a la condición de anfitriona de Ucrania, todo parecía indicar que Suecia partía con ventaja sobre el terreno de juego por la calidad y potencia del conjunto así como también por la presencia de su genio y figura en el once titular, el soberbio Zlatan Ibrahimovic, el ariete que a lo largo de esta temporada había anotado un total de 37 goles en 46 encuentros con la camiseta del Milan. Sin embargo, todas las consideraciones previas se desvanecieron en el preciso instante en el que Cüneyt Çakir señaló el inicio del encuentro.
Y es que el conjunto dirigido por el mítico Oleh Blokhin se hizo rápidamente con el control del balón tras el tanteo inicial. De hecho, sorprendió gratamente que su batallón combinara al primer toque y con parsimonia, buscando los espacios sin precipitarse. A su vez, la velocidad que imprimía por las bandas de la mano de Yarmolenko y Konoplyanka se traducían en un plus de agresividad muy peligroso. Durante el primer tiempo se mostró muy sólido el combinado local. Gozó de alguna que otra ocasión ciertamente peligrosa, aunque fue Ibrahimovic el que encogió a todo el Estadio de Kiev al enviar un balón al palo al término de los primeros 45 minutos. Remató con la testa un centro muy preciso e incluso dejó clavado a Pyatov, pero el no cantó gol.
El segundo tiempo se retomó con la misma intensidad por parte del equipo anfitrión, presionando a todo campo y asfixiando la salida de balón sueca. Sin embargo, en una jugada un tanto polémica, el propio Ibrahimovic avanzó a los suyos. Con Selin en el suelo, los hombres de Erik Hamrén siguieron triangulando hasta que el ’9′, muy astuto, aprovechó un pase de la muerte para poner la punta de la bota y enviar el balón al fondo de las mallas. Semejante mazazo no afectó para nada al conjunto local. De hecho, produjo el efecto contrario, ya que Ucrania siguió agobiando a la zaga azulada y para reestablecer el empate en el luminoso apenas cuatro minutos después.
Sería Shevchenko el encargado de liderar la remontada local. Tras una buena jugada colectiva, el ’7′ cabeceó un centro de Konoplyanka y batió a Isaksson para delirio de la grada. Enloqueció el Estadio de Kiev, que vio que la remontada era posible. Y lo fue, puesto que tan solo siete minutos después volvería a cantar otro gol obra también del eterno ariete ucraniano. En esta ocasión, se avanzó a Ibra en la salida de un córner y con la testa nuevamente anotó el gol de la victoria. Luego Suecia intentaría poner de nuevo las tablas en el marcador con la entrada de un eléctrico Wilhelmsson, pero no hubo manera de penetrar de nuevo el muro ucraniano. De este modo, el conjunto de Oleh Blokhin se llevó tres puntos de oro y, de rebote, el liderato del grupo D. El próximo rival de los anfitriones será la temible Francia.
Y es que el conjunto dirigido por el mítico Oleh Blokhin se hizo rápidamente con el control del balón tras el tanteo inicial. De hecho, sorprendió gratamente que su batallón combinara al primer toque y con parsimonia, buscando los espacios sin precipitarse. A su vez, la velocidad que imprimía por las bandas de la mano de Yarmolenko y Konoplyanka se traducían en un plus de agresividad muy peligroso. Durante el primer tiempo se mostró muy sólido el combinado local. Gozó de alguna que otra ocasión ciertamente peligrosa, aunque fue Ibrahimovic el que encogió a todo el Estadio de Kiev al enviar un balón al palo al término de los primeros 45 minutos. Remató con la testa un centro muy preciso e incluso dejó clavado a Pyatov, pero el no cantó gol.
El segundo tiempo se retomó con la misma intensidad por parte del equipo anfitrión, presionando a todo campo y asfixiando la salida de balón sueca. Sin embargo, en una jugada un tanto polémica, el propio Ibrahimovic avanzó a los suyos. Con Selin en el suelo, los hombres de Erik Hamrén siguieron triangulando hasta que el ’9′, muy astuto, aprovechó un pase de la muerte para poner la punta de la bota y enviar el balón al fondo de las mallas. Semejante mazazo no afectó para nada al conjunto local. De hecho, produjo el efecto contrario, ya que Ucrania siguió agobiando a la zaga azulada y para reestablecer el empate en el luminoso apenas cuatro minutos después.
Sería Shevchenko el encargado de liderar la remontada local. Tras una buena jugada colectiva, el ’7′ cabeceó un centro de Konoplyanka y batió a Isaksson para delirio de la grada. Enloqueció el Estadio de Kiev, que vio que la remontada era posible. Y lo fue, puesto que tan solo siete minutos después volvería a cantar otro gol obra también del eterno ariete ucraniano. En esta ocasión, se avanzó a Ibra en la salida de un córner y con la testa nuevamente anotó el gol de la victoria. Luego Suecia intentaría poner de nuevo las tablas en el marcador con la entrada de un eléctrico Wilhelmsson, pero no hubo manera de penetrar de nuevo el muro ucraniano. De este modo, el conjunto de Oleh Blokhin se llevó tres puntos de oro y, de rebote, el liderato del grupo D. El próximo rival de los anfitriones será la temible Francia.
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