Eurocopa 2012: Cristiano Ronaldo derriba el muro checo

La selección portuguesa venció por la mínima a la República Checa (1-0) gracias a un gol del extremo del Real Madrid a falta de diez minutos para que finalizara el encuentro. Tras el desacierto inicial de la escuadra lusa, los hombres de Paulo Bento dominaron el segundo tiempo y se llevaron el gato al agua gracias al solitario tanto de CR7.

Hace escasos días, Portugal alcanzaba los cuartos de final después de remontar el partido que empezó perdiendo ante Holanda, la vigente subcampeona del mundo. En dicho encuentro, Cristiano Ronaldo se erigió como el principal héroe al anotar los dos tantos de la victoria lusa. Y precisamente por la gran actuación que firmó ante el cuadro tulipán y por su condición de máxima estrella todas las miradas estaban puestas en el Bicho, ya que se desconocía si sería su ángel o más bien su demonio el que haría acto de presencia en un encuentro decisivo.

Durante los primeros minutos fue su pequeño lucifer el que se apareció sobre el terreno de juego. Se mostraba inquieto, sobreexcitado e incluso muy quejicoso tanto por sus fallos como por los de sus compañeros. Los nervios de querer resolver rápido le recorrían por todo el cuerpo, al igual que al resto de sus camaradas. De hecho, salió el cuadro blanco (vestía como visitante) algo desconcertado y espeso, puesto que fue el combinado checo el que trató mejor al esférico en los primeros compases del encuentro. Y es que mientras los pupilos de Michal Bílek avanzaban yardas con el balón controlado, los lusos no tomaban posesión del mismo y lo perdían con suma facilidad.

Aun así, fue la escuadra portuguesa la que creó más ocasiones de peligro durante el primer tiempo, aunque bien es cierto que tan solo una de ellas llevó a entonar un grito esperanzador a su hinchada. Fue el propio CR7 quién envió un remate al poste tras una genial jugada personal. De todos modos no entró ese disparo, por lo que todavía entonces tenía esperanza el combinado checo. Sin embargo, el paso por los vestuarios fue letal para los rojos, puesto que saltaron al terreno de juego adormecidos y muy imprecisos. La consistencia defensiva de la que hicieron gala en la primera mitad se fue resquebrajando poco a poco a medida que el ángel de Cristiano Ronaldo iba venciendo terreno al demonio que le ofuscó durante los primeros cuarenta y cinco minutos.

Precisamente, con la llegada del segundo tiempo apareció la mejor versión del ariete del Real Madrid. Empezó a mostrarse más participativo e incisivo. Las críticas y los reproches se tradujeron a los aplausos y agradecimientos. Y a partir de entonces, el dominio portugués pasó a ser abusivo, puesto que el cuadro blanco inició un asedio constante sobre el arco de Petr Cech. Los grandes reflejos del arquero y los palos resistieron el acoso durante más de media hora, hasta que apareció, una vez más, el de siempre. A falta de diez minutos para el término del encuentro, un centro desde la banda derecha no lo cazó Hugo Almeida pero sí Cristiano.

El ’7′ se anticipó a su marca y se lanzó en plancha. Su remate picó en el suelo y se acabó colando por la parte superior de la portería del meta del Chelsea, que rozó el cuero con la punta de los dedos aunque no pudo evitar que entrara en contacto con las mallas. Entonces murió el partido, puesto que la República Checa estaba entonces totalmente consumida y abatida psicológicamente. Pasaron los diez minutos de rigor y se certificó el pase de Portugal a las semifinales, una gesta que ya logró en la Eurocopa de 2004. Su rival en el siguiente escollo será el combinado vencedor del encuentro entre España y Francia. Hagan sus apuestas.

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