Derechos Húmanos en el ojo de la tormenta en 42 Asamblea de la OEA

Tiquipaya, BOLIVIA, 5 jun.- El Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) quedó en el ojo de la tormenta, en la primera de dos jornadas de la 42 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que concluirá el martes en el municipio boliviano de Cochabamba, donde el presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió con el retiro de algunos Estados miembros de no operar una reforma en el organismo hemisférico.

La 42 Asamblea General de la OEA escuchó el lunes los reclamos documentados del Presidente de Ecuador, que se querelló contra el SIDH al que enrrostró su deslealtad con los "pueblos de nuestra América".

El mandatario que llegó a Bolivia exclusivamente para formular los reclamos de los países de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) intimó, poco menos, un golpe de timón a la OEA.

Lo contrario significaría el retiro de algunos miembros de la OEA, advirtió.

"Sí, si es necesario (el retiro), por supuesto y crear un sistema latinoamericano y un sistema de derechos humanos latinoamericano, sudamericano" afirmó el mandatario ecuatoriano que fustigó el desempeño de los mecanismos de la OEA, contrarios a los interés de Latinoamérica y a favor de poderes hegemónicos, tales como el SIDH y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

Correa, que apuntaló la política del presidente boliviano Evo Morales, que la víspera puso a la OEA en la encrucijada de renovarse o "morir al servicio de Estados Unidos", reconfirmó la decisión de los Estados disconformes con el andamiaje a de la OEA, de adoptar decisiones cruciales.

"Si es que no responden a la exigencia de nuestros tiempos, si no responden a sus mandantes, los pueblos de nuestra América, pues ningún problema. Es más, por obligación con nuestros pueblos, por obligación histórica, por respuesta al cambio de época que vive nuestra América, necesitamos construir algo nuevo, mejor y nuestro", intimó.

Correa pareció plantear que la OEA deberá leerse antes y después de Cochabamba y subrayó que los tiempos de cambio que se registran en la región, simplemente apremian.

"Si no hay respuesta ya no tenemos más tiempo que perder. Hemos perdido demasiado tiempo. Lo que más ha hecho América Latina es perder demasiado tiempo", afirmó al calificar de "aberración" que la sede del SIDH funcione en Washington, siendo que Estados Unidos no firmó el Pacto de San José, que creó el SIDH y la Comisión del mismo rubro.

Dijo que el SIDH no miró, en contraposición a su naturaleza y misión, los intereses de América Latina y el Caribe y que adhirió, paradójicamente, los mandatos de potencias, en alusión a Estados Unidos y Europa.

"Lamentablemente vemos que el Sistema Interamericano no está al nivelo de este cambio de época (en las Américas) sin poder dar soluciones o al menos posturas contundentes y decisivas tales como las colonias en nuestra América. Me refiero a las Islas Malvinas", en poder de Inglaterra desde la guerra de 1982 y cuya jurisdicción reclama Argentina, afirmó.

El jefe de Estado ecuatoriano se querelló también contra el "embargo criminal que sufre ya por medio siglo un país hermano como Cuba".

Aún aturdida por los aporreos de Morales y Correa, la Asamblea reanudó su sesión entrada la noche del lunes cuando se trató sin contundencia el tema eje de su agenda antes de Cochabamba, la Seguridad Alimentaria con Soberanía.

En el tintero de la segunda jornada de la Asamblea, el martes, queda el tema del acullico de coca, según observadores ya desahuciado por la férrea oposición de EEUU y Canadá y los reclamos de Bolivia y Argentina, por la obtención de una salida propia al mar y por la recuperación de las australes Islas Malvinas en poder inglés desde 1982, respectivamente.

ABI

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