El pedalista dice que el Gobierno le prometió una bicicleta nueva, en 2010, y hasta el momento no recibió la colaboración.
No recuerda la marca de su primera bicicleta. “Es bien chiquita, todavía la tengo guardada”, dice. El ciclista Óscar Soliz ahora corre en una Piñarelo (marca italiana) de “12.000 ó 13.000 dólares”, con la que el domingo -con su equipo Movistar de Colombia- se impuso en la Vuelta a Tulcán, en Ecuador. Con esa misma “bici” busca representar a Bolivia en los Juegos Olímpicos.
“Aún no está confirmada la invitación para el ciclismo, pero si corro, iré con la Piñarelo. Movistar me lo permite”, asegura el corredor boliviano, quien cuenta que aún espera el regalo prometido por el Gobierno en 2010, mientras eleva la voz para competir con los gritos de los manifestantes en El Prado paceño. Amable y predispuesto, no tiene inconvenientes para contar su pasado, presente y su futuro después de alcanzar lo que ningún pedalista boliviano consiguió, un título regional en el exterior
¿Qué bicicleta usa para competir en la selección?
La mía, porque el Gobierno se comprometió a darme otra bicicleta, pero hasta ahora no sucede nada para mi beneficio.
¿En qué cambió el Óscar Soliz que competía en la Doble Copacabana a éste que consiguió el título de una carrera en Ecuador?
Tengo más experiencia y más conocimiento. Tengo a mis espaldas un gran equipo que me asesora y me ayuda en cada competencia. Trabajamos juntos para conseguir objetivos.
¿Puede vivir del ciclismo?
Sí. Me da para vivir. Es un equipo grande, puedo sostener a mi familia y puedo vivir bien.
¿Cuánto le pagan mensualmente?
No puedo decir por seguridad del equipo.
¿Qué material recibe de su equipo?
Me dan una buena bicicleta y todos los implementos para competir. Durante las carreras me dan alimentación y todo lo que necesito para mantener un buen ritmo.
¿Qué restricciones tiene?
Cuando estoy en receso, no puedo correr en otro equipo en Bolivia, sólo puedo ser parte de una selección de Bolivia en campeonatos internacionales y cuando son eventos nacionales puedo participar con un combinado del país.
¿El ciclismo modificó su vida?
Sí (ríe). Por ejemplo, mi esposa tiene que acomodarse a mis tiempos y a lo que tengo que hacer para entrenar, pero tengo el apoyo de mi pareja y eso me da más fuerza para seguir.
¿Cuánto tiempo pasa fuera de su casa?
Por ejemplo, volveré a casa después de 15 días. Me iré el 15 de mayo y retornaré a finales de junio. Ése es mi trabajo y ellos entienden. Todo el año es así, me toca estar en Colombia para entrenar y competir en diferentes carreras. Me toca sacrificar eso, pero es para que mejore yo y mejoren ellos.
¿Qué recomendaciones le hace su equipo para que descanse?
Me dan una rutina de trabajo, un plan de entrenamiento y además me indican la dieta que debo seguir para no subir de peso. Mi esposa me ayuda mucho porque se encarga de preparar los alimentos. Ella se volvió una experta y sabe lo que debo comer cuando hago un trabajo pesado.
¿Qué come un ciclista?
Depende de los entrenamientos. Cuando hago distancia, tengo que consumir muchas calorías, como pastas, tallarín, carne roja y blanca, como pescado.
¿Cuál es su rutina de entrenamiento para no perder el ritmo cuando deja su equipo?
Tengo que seguir las indicaciones que me dan. Debo hacer físico y estar en la ruta los martes y jueves. En enero hice una pretemporada en el gimnasio, en la piscina y en la ruta con caminatas. En febrero entrenaba en Tupiza los martes y jueves 100 y 120 kilómetros con la bici.
¿Cuáles son sus próximos objetivos para competir?
Competiré en Tarija. Luego iré a Colombia para la Vuelta a Antioquia y la Vuelta a Colombia. Pero mi gran objetivo es estar en los Juegos Olímpicos. Quiero representar al país y sólo espero la confirmación.
No recuerda la marca de su primera bicicleta. “Es bien chiquita, todavía la tengo guardada”, dice. El ciclista Óscar Soliz ahora corre en una Piñarelo (marca italiana) de “12.000 ó 13.000 dólares”, con la que el domingo -con su equipo Movistar de Colombia- se impuso en la Vuelta a Tulcán, en Ecuador. Con esa misma “bici” busca representar a Bolivia en los Juegos Olímpicos.
“Aún no está confirmada la invitación para el ciclismo, pero si corro, iré con la Piñarelo. Movistar me lo permite”, asegura el corredor boliviano, quien cuenta que aún espera el regalo prometido por el Gobierno en 2010, mientras eleva la voz para competir con los gritos de los manifestantes en El Prado paceño. Amable y predispuesto, no tiene inconvenientes para contar su pasado, presente y su futuro después de alcanzar lo que ningún pedalista boliviano consiguió, un título regional en el exterior
¿Qué bicicleta usa para competir en la selección?
La mía, porque el Gobierno se comprometió a darme otra bicicleta, pero hasta ahora no sucede nada para mi beneficio.
¿En qué cambió el Óscar Soliz que competía en la Doble Copacabana a éste que consiguió el título de una carrera en Ecuador?
Tengo más experiencia y más conocimiento. Tengo a mis espaldas un gran equipo que me asesora y me ayuda en cada competencia. Trabajamos juntos para conseguir objetivos.
¿Puede vivir del ciclismo?
Sí. Me da para vivir. Es un equipo grande, puedo sostener a mi familia y puedo vivir bien.
¿Cuánto le pagan mensualmente?
No puedo decir por seguridad del equipo.
¿Qué material recibe de su equipo?
Me dan una buena bicicleta y todos los implementos para competir. Durante las carreras me dan alimentación y todo lo que necesito para mantener un buen ritmo.
¿Qué restricciones tiene?
Cuando estoy en receso, no puedo correr en otro equipo en Bolivia, sólo puedo ser parte de una selección de Bolivia en campeonatos internacionales y cuando son eventos nacionales puedo participar con un combinado del país.
¿El ciclismo modificó su vida?
Sí (ríe). Por ejemplo, mi esposa tiene que acomodarse a mis tiempos y a lo que tengo que hacer para entrenar, pero tengo el apoyo de mi pareja y eso me da más fuerza para seguir.
¿Cuánto tiempo pasa fuera de su casa?
Por ejemplo, volveré a casa después de 15 días. Me iré el 15 de mayo y retornaré a finales de junio. Ése es mi trabajo y ellos entienden. Todo el año es así, me toca estar en Colombia para entrenar y competir en diferentes carreras. Me toca sacrificar eso, pero es para que mejore yo y mejoren ellos.
¿Qué recomendaciones le hace su equipo para que descanse?
Me dan una rutina de trabajo, un plan de entrenamiento y además me indican la dieta que debo seguir para no subir de peso. Mi esposa me ayuda mucho porque se encarga de preparar los alimentos. Ella se volvió una experta y sabe lo que debo comer cuando hago un trabajo pesado.
¿Qué come un ciclista?
Depende de los entrenamientos. Cuando hago distancia, tengo que consumir muchas calorías, como pastas, tallarín, carne roja y blanca, como pescado.
¿Cuál es su rutina de entrenamiento para no perder el ritmo cuando deja su equipo?
Tengo que seguir las indicaciones que me dan. Debo hacer físico y estar en la ruta los martes y jueves. En enero hice una pretemporada en el gimnasio, en la piscina y en la ruta con caminatas. En febrero entrenaba en Tupiza los martes y jueves 100 y 120 kilómetros con la bici.
¿Cuáles son sus próximos objetivos para competir?
Competiré en Tarija. Luego iré a Colombia para la Vuelta a Antioquia y la Vuelta a Colombia. Pero mi gran objetivo es estar en los Juegos Olímpicos. Quiero representar al país y sólo espero la confirmación.
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