A pesar de la falta de apoyo, la escasez de espacios teatrales y las dificultades económicas para emprender proyectos de artes escénicas en Bolivia, el actor paceño David Santalla nunca dejó de luchar. “La verdad es que no sé hacer otra cosa que no sea teatro”, confesó.
Este 2012, Santalla celebra 50 años de vida artística y decidió compartir su alegría con el público y en escena. “En realidad quería festejar este aniversario con un gran festival que convoque a varias compañías de teatro del país, pero eso significaba una gran inversión y ahora no es posible”, sostuvo.
Pero nada lo detiene. A pesar de los problemas, el actor prepara una gira por Bolivia y, en ese marco, desde hoy hasta el 17 de junio presentará su obra Cincuentallazos, en el Teatro Raúl Salmón de El Alto, cuyo escenario compartirá con invitados como Cacho Mendieta, Hugo Pozo y El Pezón. Luego presentará la obra en las ciudades de La Paz, Potosí, Sucre y Villazón.
Ajetreado y con la agenda copada de citas para promocionar su espectáculo, el actor habló con Página Siete acerca de su carrera, de los 55 personajes que creó e interpreta y de la realidad del teatro nacional.
- ¿Cómo define su propuesta teatral, la labor que desarrolló durante estos 50 años?
- Como una “comedia caprichosa”... eso marca mi estilo que se caracteriza por salir de los cánones y se atreve a jugar con el público. Siempre digo que el teatro es un arte alternativo y, en mi caso, utilizo el humor para expresar lo que pienso de la realidad.
Con mis personajes trato de expresar el sentir de la gente, con mis obras no busco contar chistes, lo que persigo es crear situaciones cómicas en torno al absurdo, a la exageración... y de paso hacer crítica de los problemas.
- ¿Cómo crea a sus personajes, qué características deben tener para llevarlos a escena?
- En estos 50 años de trayectoria he creado 55 personajes. Este año estreno dos nuevos: el coronel y un cubano. Lo que busco es que ninguno de mis personajes hiera u ofenda al sector al que pertenece... no me burlo de ninguno de mis personajes; por ejemplo, la imilla no tiene por qué levantarse la pollera, a no ser que sea accidental (risas).
- ¿Cómo es usted en la cotidianidad, fuera del escenario?
Nunca he perdido el sentido del humor, pero tampoco estoy actuando todo el tiempo. No puedo evitar a veces, casi siempre, hacer comentarios graciosos o bromitas.
- ¿Cuál es la situación del teatro y de las artes escénicas en Bolivia?
- Me gustaría nacer de nuevo para agarrar a patadas a los que no apoyan el teatro nacional. Los artistas nos cansamos de pedir políticas culturales a todos los gobiernos y nunca nos escucharon.
Creo que nuestro único logro fue la aprobación de la Ley 2206 que defiende la producción nacional. Ahora, lo único que pedimos es que se aplique la Constitución que demanda al Gobierno de turno apoyar y difundir la producción nacional.
- ¿Más allá de los gobiernos y los políticos, qué se puede hacer por el teatro?
- Ante todo el público y los artistas debemos entender que el teatro sirve como una ventana o un libro abierto que muestra a los personajes en todos sus estratos culturales y económicos, por eso es tan importante.
- ¿Qué opina de las nuevas propuestas teatrales?
- Creo que todas las formas teatrales son válidas, pero siempre y cuando tengan ideas claras y sean originales. De nada de sirve hacer solamente teatro griego, si uno no sabe nada de teatro nacional. Los jóvenes deben entender que hay que incursionar en diferentes áreas. Además creo que el teatro es una revolución constante de estilos y formas.
- ¿Y del teatro popular?
- Me voy a abocar sólo a un punto: considero y recomiendo a algunos compañeros que no exageren en exabruptos o torpezas lingüísticas, no es necesario decir malas palabras para atraer la atención del público.
Este 2012, Santalla celebra 50 años de vida artística y decidió compartir su alegría con el público y en escena. “En realidad quería festejar este aniversario con un gran festival que convoque a varias compañías de teatro del país, pero eso significaba una gran inversión y ahora no es posible”, sostuvo.
Pero nada lo detiene. A pesar de los problemas, el actor prepara una gira por Bolivia y, en ese marco, desde hoy hasta el 17 de junio presentará su obra Cincuentallazos, en el Teatro Raúl Salmón de El Alto, cuyo escenario compartirá con invitados como Cacho Mendieta, Hugo Pozo y El Pezón. Luego presentará la obra en las ciudades de La Paz, Potosí, Sucre y Villazón.
Ajetreado y con la agenda copada de citas para promocionar su espectáculo, el actor habló con Página Siete acerca de su carrera, de los 55 personajes que creó e interpreta y de la realidad del teatro nacional.
- ¿Cómo define su propuesta teatral, la labor que desarrolló durante estos 50 años?
- Como una “comedia caprichosa”... eso marca mi estilo que se caracteriza por salir de los cánones y se atreve a jugar con el público. Siempre digo que el teatro es un arte alternativo y, en mi caso, utilizo el humor para expresar lo que pienso de la realidad.
Con mis personajes trato de expresar el sentir de la gente, con mis obras no busco contar chistes, lo que persigo es crear situaciones cómicas en torno al absurdo, a la exageración... y de paso hacer crítica de los problemas.
- ¿Cómo crea a sus personajes, qué características deben tener para llevarlos a escena?
- En estos 50 años de trayectoria he creado 55 personajes. Este año estreno dos nuevos: el coronel y un cubano. Lo que busco es que ninguno de mis personajes hiera u ofenda al sector al que pertenece... no me burlo de ninguno de mis personajes; por ejemplo, la imilla no tiene por qué levantarse la pollera, a no ser que sea accidental (risas).
- ¿Cómo es usted en la cotidianidad, fuera del escenario?
Nunca he perdido el sentido del humor, pero tampoco estoy actuando todo el tiempo. No puedo evitar a veces, casi siempre, hacer comentarios graciosos o bromitas.
- ¿Cuál es la situación del teatro y de las artes escénicas en Bolivia?
- Me gustaría nacer de nuevo para agarrar a patadas a los que no apoyan el teatro nacional. Los artistas nos cansamos de pedir políticas culturales a todos los gobiernos y nunca nos escucharon.
Creo que nuestro único logro fue la aprobación de la Ley 2206 que defiende la producción nacional. Ahora, lo único que pedimos es que se aplique la Constitución que demanda al Gobierno de turno apoyar y difundir la producción nacional.
- ¿Más allá de los gobiernos y los políticos, qué se puede hacer por el teatro?
- Ante todo el público y los artistas debemos entender que el teatro sirve como una ventana o un libro abierto que muestra a los personajes en todos sus estratos culturales y económicos, por eso es tan importante.
- ¿Qué opina de las nuevas propuestas teatrales?
- Creo que todas las formas teatrales son válidas, pero siempre y cuando tengan ideas claras y sean originales. De nada de sirve hacer solamente teatro griego, si uno no sabe nada de teatro nacional. Los jóvenes deben entender que hay que incursionar en diferentes áreas. Además creo que el teatro es una revolución constante de estilos y formas.
- ¿Y del teatro popular?
- Me voy a abocar sólo a un punto: considero y recomiendo a algunos compañeros que no exageren en exabruptos o torpezas lingüísticas, no es necesario decir malas palabras para atraer la atención del público.
La Prensa
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