La Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) condena públicamente el atropello contra el periodista Carlos Quisbert Fernández, quien fue apresado e internado en la penitenciaría de San Pedro, y se declara en emergencia permanente hasta que sea puesto en libertad porque se teme que su vida esté en grave peligro ya que investigaba un hecho monstruoso.
La APLP considera que la labor de investigación que desempeñaba Quisbert sobre el caso del bebé Alexander, no representaba en ningún momento una obstrucción al trabajo del Ministerio Público. Sin embargo, mediante una decisión judicial, precedida por un procedimiento irregular de la Fiscalía y de la Policía, se conculcó la libertad de expresión y de prensa amparada y garantizada por la Constitución Política del Estado.
Carlos Quisbert Fernández realizaba, desde hace tiempo, una intensa y obligada tarea de investigación periodística para lograr el esclarecimiento de la muerte del bebé Alexander en un hogar administrado por la Gobernación del Departamento de La Paz y por ese motivo fue a visitar a una persona detenida en el centro de Qalauma, en Viacha.
Según la Fiscalía, el periodista Quisbert Fernández portaba fotocopias del proceso y que el hecho constituía una obstrucción al mismo. La APLP afirma que con esa detención se demuestra el grado de descomposición de la justicia boliviana y de los jueces, que en lugar de interponerse deberían coadyuvar, intransigentemente, en la búsqueda de la verdad.
Después de esa detención irregular e incomprensible, la APLP alerta a la opinión pública porque considera que con este hecho no sólo se atenta contra la libre expresión, sino también contra la sociedad porque ésta tiene derecho a conocer la verdad sobre la muerte del bebé Alexander.
Radio Fides
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