El abogado Ramiro Guerrero juró la mañana de este martes como nuevo Fiscal General del Estado, quien fue elegido la madrugada del pasado sábado por la Asamblea Legislativa Plurinacional con 105 votos de una lista de 33 candidatos seleccionados.
La nueva autoridad anunció la transformación del Ministerio Público a partir de una reingeniería organizacional que implicará la evaluación de los fiscales, de tal manera que queden en el cargo aquellos profesionales capaces, competentes, probos e idóneos.
“Haremos una transformación estructural a partir de un proceso de reingeniería organizacional, (...) a partir de un régimen disciplinario que combata la corrupción al interior del Ministerio Público”, dijo.
Propuso la necesidad de aplicar en toda su dimensión el Régimen Disciplinario para combatir la corrupción en el Ministerio Público de tal manera que los fiscales encaren procesos transparentes en todo el país.
“Actuaremos en el marco de la Constitución Política del Estado, nos basaremos en la ley del Ministerio Público y nos basaremos en las leyes y los procedimientos que establecen en nuestro país, (...) nuestra conducta será un comportamiento transparente de cara a la ciudadanía”, señaló.
Guerrero anunció que uno de sus primeros retos como Fiscal General del Estado será devolver a la ciudadanía boliviana la credibilidad y confianza en el Ministerio Pública.
“Si preguntamos a los ciudadanos y ciudadanas que percepción tienen es de poca credibilidad y confianza, que favorece a unos cuantos. El gran reto es devolver la confianza y credibilidad de la gente”, enfatizó.
Erbol
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