La bebida que combina 37 hierbas se elabora desde hace 12 años en Ámsterdam, adonde la coca es llevada con resguardo desde los valles de Bolivia.
Pasaron 12 años desde que un empresario irlandés fijó la mirada en la hoja de coca de Bolivia, en la que vio grandes posibilidades de industrialización.
Fue así que, junto a un grupo de expertos catadores, creó Agwa de Bolivia, una bebida considerada única y extravagante por su sabor, color y textura gracias a los cuales logró conquistar el paladar de Europa y el resto del mundo.
Este licor es producido en Ámsterdam por la empresa Babco Europe Limited, que tiene afincado un negocio en los valles bolivianos, donde siembra y cosecha la hoja de coca exclusivamente para la fabricación de la bebida.
Bajo vigilancia militar, debido a las restricciones legales, las hojas seleccionadas son transportadas a Holanda, donde son maceradas y destiladas. Además, se separan los alcaloides para usos farmacéuticos.
Una vez extraído el sabor de la hoja, se combina con otras 37 hierbas naturales e ingredientes botánicos, como ginseng, guaraná, lavanda, menta y té verde, que aportan un sabor fresco y exótico.
“Además de estar combinado con hierbas, Agwa se caracteriza porque es cinco veces destilado, lo que lo convierte en un licor muy fino que no compite con ningún producto similar en Europa. Es único”, resume a Página Siete Garrett Murphy, director creativo de la empresa Dynamo, encargada del lanzamiento de la nueva imagen de este extracto.
En una entrevista con el periódico mexicano 24 Horas, el representante de Agwa en México, Gabriel Huerta, dijo que el riguroso proceso de destilación “redujo el contenido de la sustancia psicotrópica de la coca y logró un producto con sólo 0,5 mililitros por litro”.
En la web de Agwa se explica que el proceso de destilación se divide en tres partes. La recolección de la coca en fardos de 2.000 kilos que llegan al oeste de la capital holandesa, donde se macera.
Por lo general seleccionan las hojas en agosto, porque es cuando presentan propiedades organolépticas óptimas.
Una vez destilado, se deja reposar el producto por un tiempo antes de llevarlo a otra sección, donde se agregan las 37 hierbas adicionales.
“El sabor se complementa para crear, de forma artesanal, una mezcla compleja y armoniosa de sabores, gracias al trabajo de Wim Koolhaas, experto mundial en mezclas y sabores”, detallan.
Finalmente, el preparado se transporta a una tercera instalación, donde se lo destila y, antes de embotellarlo, es degustado cuidadosamente por expertos.
David Wrigley, presidente del Comité Técnico del International Wine & Spirit Competition (IWSC), un concurso mundial de bebidas, describe este licor como una “luz verde casi fluorescente. Con un olor muy complejo y herbal, con notas de menta, tabaco seco, laurel y un toque de eucalipto. Dulce en la boca, con una sensación picante en la lengua. El final es seco y de larga duración que se mantiene en la boca”.
El éxito de esta bebida trascendió Europa y llegó a Corea del Sur, Australia, Inglaterra, Estados Unidos y México, entre otros.
Formas de tomarlo
Además de su inconfundible sabor, Agwa se caracteriza por los rituales que rodean su consumo y las formas en que se lo prepara y sirve.
Katy Judge, diseñadora de Dynamo, explica que el más conocido es denominado bolivian kiss (beso boliviano), que consiste en morder una rodaja de limón y tomar inmediatamente un “shot” del licor casi congelado, en un ritual similar al que rodea el consumo del famoso tequila mexicano.
Otra forma de probar este licor de coca es con un energizante en un vaso especial, que denominan bomb glass. Al igual que el agua y el aceite, ninguna de las bebidas se mezcla, sino hasta que ingresan a la boca.
Agwa también es utilizado como ingrediente principal para tragos largos, como margaritas, mojitos y caipiriñas, bastante aceptados por los clientes.
Se trata de un trago “elitista”, que a diferencia de otras bebidas se comercializa a precios más altos. “Si un shot cuesta un euro en cualquier bar de Europa, Agwa de Bolivia se vende en cinco euros”, explica Murphy.
Es tan exclusivo que sólo se vende en los aeropuertos de Europa, en bares “boutique” y, especialmente, en el primer y único museo dedicado a la hoja de coca, en Ámsterdam, donde se cuenta la historia de esta hoja milenaria, su uso en rituales antiguos y su uso actual para el tráfico de drogas.
Por sus características, en 2009 obtuvo una medalla de oro en el IWSC, logrando la mayor cantidad de puntos en la categoría Licor de hierbas.
En definitiva, la fuerza de Agwa de Bolivia proviene directamente de los valles del país, ofreciendo al mundo sabores místicos que evocan épocas milenarias y que prometen una experiencia mágica e inolvidable en el paladar.
Página Siete
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