La presidenta de Argentina, Cristina Fernández envió una carta de felicitación a su compatriota el Cardenal Jorge Mario Bergoglio que se convirtió este miércoles en el Papa Francisco I, en la misiva extiende su felicitación a nombre de todos los argentinos y le desea suerte en su Pontificado.

“En mi nombre, en el del Gobierno Argentino y en representación del pueblo de nuestro país, quiero saludarlo y expresarle mis felicitaciones con ocasión de haber resultado elegido como nuevo Romano Pontífice de la Iglesia Universal”, dice Fernández en la carta.

La presidenta argentina deseó al flamante Papa que al asumir la conducción y guía de la Iglesia realice “una fructífera tarea pastoral desempeñando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad”, cierra la nota.

Las relaciones entre la mandataria y el nuevo Papa no son de las mejores, las fricciones con el que hasta hoy fue el número uno de la Iglesia Católica en Argentina datan del Gobierno del fallecido Néstor Kirchner.

Según señala una crónica del diario La Nación de Buenos Aires, desde una misa o un acto oficial, a través de comunicados o en los centrales tedeum del 25 de Mayo, el sucesor de Benedicto XVI fue autor de mensajes muy duros a los Gobiernos de Kirchner y después de Fernández.

La pobreza, el matrimonio entre personas de un mismo sexo, la pelea con el campo y el clima de "crispación", fueron objeto de cuestionamientos, que tuvieron respuesta de un oficialismo que no dejó pasar las críticas.

Pero con Néstor no fue igual que con Cristina. Bergoglio había mantenido una relación mucho más fría y conflictiva con el ex presidente argentino, quien llegó a identificar al cardenal como un exponente de la oposición. No obstante, las críticas implícitas y directas, no escasearon durante la gestión de Cristina.