Argentina y Brasil empataron el miércoles 0-0 en el partido de ida del denominado 'Superclásico de las Américas' disputado en el Estadio Mario Kempes de la provincia de Córdoba (centro), sin el brillo de sus principales figuras y con equipos conformados por jugadores de las ligas locales.
Argentina mostró tibieza y no pudo aprovechar los espacios que le ofreció un manso Brasil que estuvo lejos del poderío que prometía su tridente ofensivo con Ronaldinho, Neymar y Damiao en el partido disputado ante 50.000 espectadores.
La revancha se jugará el 28 de este mes en la ciudad brasileña de Belém (norte).
El equipo que dirige Alejandro Sabella perdió por sendas lesiones musculares a sus dos delanteros titulares, Mauro Boselli y Juan Manuel Martínez, los dos jugadores que protagonizaron las mejores llegadas para el anfitrión.
Ronaldinho intentó varias veces disparos al arco desde distancia, pero chocó con la efectividad del arquerto Agustín Orión (Boca Juniors).
"Nunca habíamos jugado juntos, este es un equipo nuevo, pero el partido estuvo bien, Argentina es siempre un gran rival", dijo el jugador del Flamengo que se confesó conforme con el resultado.
Los primeros momentos del partido transcurrieron en forma anodina en el mediocampo, donde Argentina puso un enjambre de cinco jugadores.
A los seis minutos Martínez enhebró una jugada con desborde por la izquierda y le entregó un centro pasado a Boselli, pero el jugador la remató por encima del arco.
Brasil mantuvo la rigidez de su esquema con cuatro en el fondo, tres para armar el juego y tres adelante, pero chocó en el mediocampo con la pared que plantó Sabella y hostigó poco y nada por los laterales.
A los 10 minutos Ronaldinho aprovechó una falla defensiva argentina y le dejó el pase en el área a Kleber, pero el brasileño erró el remate, en la primera chance clara del equipo de Mano Menezes.
El anfitrión tuvo otras tres oportunidades, todas protagonizadas por Boselli, el delantero de Estudiantes de La Plata, que martillaba la imprecisa defensa brasileña.
A los 12 minutos tembló la defensa argentina cuando Neymar desde la izquierda se metió en diagonal y la cruzó al otro lado para habilitar a Damiao, pero el remate del goleador del Inter brasileño terminó estrellado en el poste.
En el primer cuarto de juego Argentina ya había tenido al menos cuatro buenas llegadas en jugadas que terminaron en remates errados de Boselli, mientras Brasil apenas tuvo una.
A los 23 minutos todo el banco argentino se sobresaltó cuando Boselli se acercó a la línea para pedir asistencia por una molestia en el muslo y por unos momentos Argentina jugó con 10 jugadores.
Finalmente Boselli quedó fuera y fue reemplazado por Emanuel Gigliotti.
Sabella se desgañitaba pidiendo a sus jugadores juego con pases cortos, mientras Menezes le pedía a Neymar mayor conexión con Damiao.
Pero la primera media hora de juego transcurrió con poco brillo y un nudo en el mediocampo.
En el complemento, y tras la salida de Boselli, Argentina mostró imprecisiones en los últimos metros y no pudo aprovechar los espacios que le dejó Brasil.
A los 58 minutos Argentina se quedó sin Martínez, también por una molestia muscular en el abductor y fue reemplazado por Pablo Mouche, el jugador de Boca Juniors.
Argentina empezó a encontrar caminos por los laterales y puso en apuros a Brasil con dos llegadas de Gigliotti, mientras Brasil seguía impreciso en las salidas.
A los 77 minutos Damiao, el goleador del Inter, heló la sangre de miles de argentinos cuando hizo una jugada espectacular al levantarla con el taco y luego intentar un remate que terminó estrellada en el poste.
El brasileño se llevó una ovación del público que se fue desencantado con un partido que estuvo lejos de ser el espectáculo esperado.
El Deber
Argentina mostró tibieza y no pudo aprovechar los espacios que le ofreció un manso Brasil que estuvo lejos del poderío que prometía su tridente ofensivo con Ronaldinho, Neymar y Damiao en el partido disputado ante 50.000 espectadores.
La revancha se jugará el 28 de este mes en la ciudad brasileña de Belém (norte).
El equipo que dirige Alejandro Sabella perdió por sendas lesiones musculares a sus dos delanteros titulares, Mauro Boselli y Juan Manuel Martínez, los dos jugadores que protagonizaron las mejores llegadas para el anfitrión.
Ronaldinho intentó varias veces disparos al arco desde distancia, pero chocó con la efectividad del arquerto Agustín Orión (Boca Juniors).
"Nunca habíamos jugado juntos, este es un equipo nuevo, pero el partido estuvo bien, Argentina es siempre un gran rival", dijo el jugador del Flamengo que se confesó conforme con el resultado.
Los primeros momentos del partido transcurrieron en forma anodina en el mediocampo, donde Argentina puso un enjambre de cinco jugadores.
A los seis minutos Martínez enhebró una jugada con desborde por la izquierda y le entregó un centro pasado a Boselli, pero el jugador la remató por encima del arco.
Brasil mantuvo la rigidez de su esquema con cuatro en el fondo, tres para armar el juego y tres adelante, pero chocó en el mediocampo con la pared que plantó Sabella y hostigó poco y nada por los laterales.
A los 10 minutos Ronaldinho aprovechó una falla defensiva argentina y le dejó el pase en el área a Kleber, pero el brasileño erró el remate, en la primera chance clara del equipo de Mano Menezes.
El anfitrión tuvo otras tres oportunidades, todas protagonizadas por Boselli, el delantero de Estudiantes de La Plata, que martillaba la imprecisa defensa brasileña.
A los 12 minutos tembló la defensa argentina cuando Neymar desde la izquierda se metió en diagonal y la cruzó al otro lado para habilitar a Damiao, pero el remate del goleador del Inter brasileño terminó estrellado en el poste.
En el primer cuarto de juego Argentina ya había tenido al menos cuatro buenas llegadas en jugadas que terminaron en remates errados de Boselli, mientras Brasil apenas tuvo una.
A los 23 minutos todo el banco argentino se sobresaltó cuando Boselli se acercó a la línea para pedir asistencia por una molestia en el muslo y por unos momentos Argentina jugó con 10 jugadores.
Finalmente Boselli quedó fuera y fue reemplazado por Emanuel Gigliotti.
Sabella se desgañitaba pidiendo a sus jugadores juego con pases cortos, mientras Menezes le pedía a Neymar mayor conexión con Damiao.
Pero la primera media hora de juego transcurrió con poco brillo y un nudo en el mediocampo.
En el complemento, y tras la salida de Boselli, Argentina mostró imprecisiones en los últimos metros y no pudo aprovechar los espacios que le dejó Brasil.
A los 58 minutos Argentina se quedó sin Martínez, también por una molestia muscular en el abductor y fue reemplazado por Pablo Mouche, el jugador de Boca Juniors.
Argentina empezó a encontrar caminos por los laterales y puso en apuros a Brasil con dos llegadas de Gigliotti, mientras Brasil seguía impreciso en las salidas.
A los 77 minutos Damiao, el goleador del Inter, heló la sangre de miles de argentinos cuando hizo una jugada espectacular al levantarla con el taco y luego intentar un remate que terminó estrellada en el poste.
El brasileño se llevó una ovación del público que se fue desencantado con un partido que estuvo lejos de ser el espectáculo esperado.
El Deber
No hay comentarios:
Publicar un comentario