La Paz, 7 sep.- El presidente Evo Morales rechazó rotundamente el viernes la negativa del gobierno de Estados Unidos de extraditar al ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada (2002 -03), para que responda al juicio por genocidio que se le sigue en Bolivia, y consideró que el país del norte se convierte en "refugio de delincuentes y el paraíso de la impunidad".
Morales visiblemente molesto, en la clausura del curso Cóndor II para damas oficiales y sargentos y primero para voluntarios, en Sanandita, Tarija, confirmó la recepción de una nota del gobierno del demócrata Barack Obama en la que justifica su negativa porque "la sociedad civil no puede ser responsable de las acciones militares".
"Rechazo rotundamente no comparto ese término y con ese pretexto tratan de cómo Estados Unidos se convierta en refugio de delincuentes, que Estados Unidos sea el paraíso de la impunidad", refutó el Jefe de Estado.
Morales agregó que en este corto tiempo que dirige los destinos del país (2006) pudo advertir que las Fuerzas Armadas cuando se les da la misión de servir al pueblo "están al servicio del pueblo".
Por ello concluyó que en anteriores gestiones hubo "un mal uso de las Fuerzas Armadas".
Sánchez de Lozada, tras renunciar a la presidencia de Bolivia el 17 de octubre de 2003 huyó a Estados Unidos, desde entonces cuenta con la protección de ese gobierno.
La justicia boliviana lo acusa por ordenar a la fuerza pública reprimir a las masas insurrectas en las ciudades de La Paz y El Alto, contra su decisión de exportar gas por y para Chile.
El Mandatario señaló que es "sencillo" darse cuenta que un país que nunca respetó la dignidad y soberanía de Latinoamérica podía extraditar a quiénes hicieron daño a Bolivia y acotó que quienes generan opinión en ese sentido "se equivocan".
"Creen que Estados Unidos va a devolver a estos delincuentes que cometieron delito de lesa humanidad, imposible, pero deberíamos preguntarnos acaso el gobierno de Estados Unidos ha ratificado el tratado de Derechos Humanos, nunca, jamás", mencionó.
Asimismo lamentó que algunos analistas políticos observen ciertas fallas en la gestión de extradición que hizo el gobierno boliviano y más aún echen la culpa a las FFAA.
Finalmente hizo un llamado al pueblo norteamericano para que sus gobiernos sepan respetar la dignidad de los pueblos y a los países, que surgen con un nuevo pensamiento, que viene del sufrimiento y de la lucha de los movimientos sociales en Bolivia y en toda Latinoamérica.
Junto a Sánchez de Lozada, Washington acogió a sus ministros Carlos Sánchez Berzaín, Jorge Berindoague, entre otros.
En mayo de 2009 se inició el juicio oral en su contra y el 30 de agosto de 2011, la Corte Suprema de Justicia condenó a penas de entre tres y quince años a los ex ministros Adalberto Kuajara y Erick Reyes Villa, y a los ex comandantes de las fuerzas militares Roberto Claros Flores, Juan Véliz Herrera, Osvaldo Quiroga Mendoza, Gonzalo Rocabado y Luis Aranda Granados por los delitos de genocidio y masacre sangrienta.
Morales visiblemente molesto, en la clausura del curso Cóndor II para damas oficiales y sargentos y primero para voluntarios, en Sanandita, Tarija, confirmó la recepción de una nota del gobierno del demócrata Barack Obama en la que justifica su negativa porque "la sociedad civil no puede ser responsable de las acciones militares".
"Rechazo rotundamente no comparto ese término y con ese pretexto tratan de cómo Estados Unidos se convierta en refugio de delincuentes, que Estados Unidos sea el paraíso de la impunidad", refutó el Jefe de Estado.
Morales agregó que en este corto tiempo que dirige los destinos del país (2006) pudo advertir que las Fuerzas Armadas cuando se les da la misión de servir al pueblo "están al servicio del pueblo".
Por ello concluyó que en anteriores gestiones hubo "un mal uso de las Fuerzas Armadas".
Sánchez de Lozada, tras renunciar a la presidencia de Bolivia el 17 de octubre de 2003 huyó a Estados Unidos, desde entonces cuenta con la protección de ese gobierno.
La justicia boliviana lo acusa por ordenar a la fuerza pública reprimir a las masas insurrectas en las ciudades de La Paz y El Alto, contra su decisión de exportar gas por y para Chile.
El Mandatario señaló que es "sencillo" darse cuenta que un país que nunca respetó la dignidad y soberanía de Latinoamérica podía extraditar a quiénes hicieron daño a Bolivia y acotó que quienes generan opinión en ese sentido "se equivocan".
"Creen que Estados Unidos va a devolver a estos delincuentes que cometieron delito de lesa humanidad, imposible, pero deberíamos preguntarnos acaso el gobierno de Estados Unidos ha ratificado el tratado de Derechos Humanos, nunca, jamás", mencionó.
Asimismo lamentó que algunos analistas políticos observen ciertas fallas en la gestión de extradición que hizo el gobierno boliviano y más aún echen la culpa a las FFAA.
Finalmente hizo un llamado al pueblo norteamericano para que sus gobiernos sepan respetar la dignidad de los pueblos y a los países, que surgen con un nuevo pensamiento, que viene del sufrimiento y de la lucha de los movimientos sociales en Bolivia y en toda Latinoamérica.
Junto a Sánchez de Lozada, Washington acogió a sus ministros Carlos Sánchez Berzaín, Jorge Berindoague, entre otros.
En mayo de 2009 se inició el juicio oral en su contra y el 30 de agosto de 2011, la Corte Suprema de Justicia condenó a penas de entre tres y quince años a los ex ministros Adalberto Kuajara y Erick Reyes Villa, y a los ex comandantes de las fuerzas militares Roberto Claros Flores, Juan Véliz Herrera, Osvaldo Quiroga Mendoza, Gonzalo Rocabado y Luis Aranda Granados por los delitos de genocidio y masacre sangrienta.
ABI
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