Estados Unidos rindió su homenaje final a Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, en una solemne ceremonia en la catedral nacional de Washington este jueves, a la que asistieron altos cargos de la NASA, compañeros astronautas y familiares, entre otros.
"Neil Arstromg dejó mucho más que sus huellas en la Luna, inspirará a las generaciones futuras con su espíritu de descubrimiento, su modestia, su liderazgo, para crear una nueva dirección en la exploración espacial", declaró el máximo responsable de la NASA, Charles Bolden, citando una carta que el presidente Barack Obama entregó a la familia del astronauta.
"Las huellas que dejó en la superficie de la Luna y en la historia de la humanidad, solo serán igualadas por la extraordinaria marca que imprimió en el corazón de los estadounidenses", continuó la carta.
La sobria conmemoración, de poco más de una hora, empezó con gaiteros, que encabezaron una procesión de los parientes, a través de la iglesia repleta de gente, a la que siguió la guardia de honor de la marina estadounidense, que rindió su homenaje especial al que fue uno de sus miembros, antes de incorporarse al programa espacial.
Armstrong dio "el primer pequeño paso en un mundo más allá del nuestro, pero fue su valentía, la gentileza y la humildad que mostró a lo largo de su vida las que lo elevaron más allá de las estrellas", afirmó Bolden sobre el astronauta, fallecido el 25 de agosto a los 82 años.
"Nadie, nadie, podría haber aceptado la responsabilidad de su extraordinaria hazaña con más dignidad y gentileza que Neil Armstrong", afirmó visiblemente emocionado Eugene Cernan, el último hombre en pisar la Luna en 1972.
Un extracto de un célebre discurso grabado hace 50 años por el entonces presidente, John F. Kennedy, sobre la conquista del espacio recordó a los asistentes que Estados Unidos se comprometió a ir a la Luna y a realizar otros logros para ganar la carrera espacial de la guerra fría, "no porque es sencillo, sino porque es difícil".
"Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad", fue la frase que pronunció entonces Armstrong y que lo inmortalizó para siempre.
"Neil Arstromg dejó mucho más que sus huellas en la Luna, inspirará a las generaciones futuras con su espíritu de descubrimiento, su modestia, su liderazgo, para crear una nueva dirección en la exploración espacial", declaró el máximo responsable de la NASA, Charles Bolden, citando una carta que el presidente Barack Obama entregó a la familia del astronauta.
"Las huellas que dejó en la superficie de la Luna y en la historia de la humanidad, solo serán igualadas por la extraordinaria marca que imprimió en el corazón de los estadounidenses", continuó la carta.
La sobria conmemoración, de poco más de una hora, empezó con gaiteros, que encabezaron una procesión de los parientes, a través de la iglesia repleta de gente, a la que siguió la guardia de honor de la marina estadounidense, que rindió su homenaje especial al que fue uno de sus miembros, antes de incorporarse al programa espacial.
Armstrong dio "el primer pequeño paso en un mundo más allá del nuestro, pero fue su valentía, la gentileza y la humildad que mostró a lo largo de su vida las que lo elevaron más allá de las estrellas", afirmó Bolden sobre el astronauta, fallecido el 25 de agosto a los 82 años.
"Nadie, nadie, podría haber aceptado la responsabilidad de su extraordinaria hazaña con más dignidad y gentileza que Neil Armstrong", afirmó visiblemente emocionado Eugene Cernan, el último hombre en pisar la Luna en 1972.
Un extracto de un célebre discurso grabado hace 50 años por el entonces presidente, John F. Kennedy, sobre la conquista del espacio recordó a los asistentes que Estados Unidos se comprometió a ir a la Luna y a realizar otros logros para ganar la carrera espacial de la guerra fría, "no porque es sencillo, sino porque es difícil".
"Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad", fue la frase que pronunció entonces Armstrong y que lo inmortalizó para siempre.
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