Álvaro García Linera y Claudia Fernández saborearon ají de fideo en su matrimonio

Tiawanacu, BOLIVIA, 9 sep.- El sonar hondo de los pututus, cuernos de vacuno tratados, con que los indígenas de los Andes se convocan hace séculos a pesar de las distancias inconmensurables, llamaron a media mañana del sábado a celebrar la boda del vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, un marxista leninista autoproclamado, con la periodista Claudia Fernández, en un templete ceremonial de la ciudadela milenaria de Tiawanacu, en medio de un ritual andino ancestral.

La letanía activó a decenas de cientos de indígenas aymaras que acudieron para ver 'hacerse gente' a García Linera y Fernández.

En la cultura andina el matrimonio no equivale sino un paso de madurez concreto.

La 'Boda del Año', como la consigna la prensa del corazón y la crónica de la farándula criolla, convocó a los laureados con el premio Nobel de la Paz, la indígena guatemalteca Rigoberta Menchu y el activista de los derechos humanos argentino Adolfo Pérez Esquivel.

Menchu entró a la boda del brazo del presidente Evo Morales que, dicharachero y sutil, obsequió a los flamante esposos un suspensor de bebé.

Los miembros del gabinete de ministros se pusieron, bien trajeados, en Tiawanacu, para ver al dirigente boliviano y su esposa jurarse amor eterno en el templete semisubterráneo de Kalasasaya.

Exultantes se vio al ex mandamás de los diputados Héctor Arce, a la presidenta del Senado, Gabriela Montaño, a la ministra anticorrupción Nardy Suxo y a sus colegas de Comunicación y Economía, Amanda Dávila y Luis Arce respectivamente.

Arellanado en una poltrona de la Plaza de Tiawanacu se vio al gobernador de Potosí, Félix González y enfundado en un traje obscuro, a paso firme, al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.

Movedizo, al ministro de las Culturas Pablo Groux.

Por el contrarrio más bien reposada a la ministra del Desarrollo Productivo, Teresa Morales y solícita a la ministra de Autonomías, Claudia Peña.

La empresaria de los concurso de belleza en Bolivia, Gloria Limpias, se dejó acompañar por un ramillete de bellas jóvenes, parte del archifamoso elenco de Las Magníficas de la ciudad oriental de Santa Cruz.

La directora regional de la Agencia Para el Desarrollo de las Macrorregiones y Fronteras (Ademaf) en Beni, la esbelta ex miss Bolivia Jessica Jordan se dejó ver entusiasmada junto a su prometido, según se confesionó a una red televisiva que transmitió al vivo la Boda del Año.

La mayor parte, sino todos, de los conductores de programas de la farándula reportaron desde Tiawanacu.

Jilacatas y jilliris, es decir autoridades de comunidades que implica la jurisdicción de Tiawanacu, homologaron la boda que conmovió esa plaza arqueológica, patrimonio inmemorial boliviano a 71 km de La Paz.

El embajador de Ecuador en Bolivia, Ricardo Ulcuango, dijo haber presenciado ceremonias nupciales similares a la boda no occidental de Fernández y García Linera en su país.

Ulcuango celebró la unión más aún "en este sitio sagrado milenario donde prevalece la energía".

El diplomático de origen indígena acercó a la pareja los parabienes "del pueblo ecuatoriano y del presidente (Rafael) Correa".

También lució radiante el alcalde de Cochabamba, Edwin Castellanos.

ABI

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