Micros, llamas y cebras dominan estampados nacionales de poleras

La marca Dencrom empezó con sus diseños hace dos años. Tienen pedidos del interior del país.

Reflejan el cotidiano vivir de los bolivianos en un estampado, de diseño estilizado, que -de una u otra manera- nos identifica.

Las famosas cebras, la cholita paceña, la máscara de la diablada, el micro, la llama, el minibús, el lustrabotas y la salteña, entre otros, son motivo de inspiración para los dibujos plasmados en poleras de diferentes tallas y colores.

Esta iniciativa empezó hace dos años con la intención de mostrar imágenes modernas, actualizadas y con contenido nacional. De esta manera se creó la marca Dencrom, hoy dirigida por Sebastián Terrazas y Juan Pablo Carri.

“Nuestra idea es hacer imágenes que la gente pueda llevar a cualquier lado. Jugamos con conceptos e ideas creativas, adaptando nuestros elementos a diseños interesantes”, explica Sebastián, de 27 años, quien comenzó con este emprendimiento.

Juan Pablo, de 28 años, se apropió rápidamente de la iniciativa. Fue así que formaron un sólido equipo que entre idea e idea ya creó unos 50 diseños, todos bolivianos.

“Los hicimos lo más universal posible para llegar a la mayor cantidad de personas -dice Carri- y, una vez definido el diseño, en una semana está listo para salir”.

Retribución

La aceptación es evidente. En su página de Facebook, con 1.636 seguidores, una gran cantidad de jóvenes manifiesta su preferencia por estos estampados.

Michael Dunn expresa: “qué buena calidad de poleras' el diseño y el material están buenísimos”. Y siendo un espacio de contacto directo con sus clientes, en la página web también se piden sugerencias de temáticas para realizar nuevos diseños.

“Ya era hora de hacer buenas poleras para la gente de afuera. Saquen una del Ekeko a su estilo”, manifiesta Luis Gonzales.

Según Terrazas, en temporada alta se vende hasta 60 poleras por mes, lo cual considera un buen alcance al ser una marca joven en el mercado nacional.

Y aunque la mercadería sólo se encuentra en La Paz, la demanda en el interior del país es constante. Hasta el momento realizaron envíos a Cochabamba, Santa Cruz y Sucre.

El micro, siendo el primer diseño elaborado, es el estampado que más piden sus clientes. “La idea era sacar pocos ejemplares de cada diseño para que no se vean mucho, pero hay mucha demanda”, comenta Terrazas.

Calidad de exportación

El material de la polera es 100% algodón y el estampado se realiza con tintas al aceite y se las seca en horno, lo cual garantiza la durabilidad del producto.

“Pensamos bien en material para que las poleras no se encojan y no se borre el estampado. Ofrecemos algo de verdadera calidad boliviana”, afirma Carri.

Para la elaboración de diseños se recurre a la propuesta de otros diseñadores, fotógrafos e ilustradores que quieran mostrar su arte en estos estampados. Ésta es otra forma de difundir y promover el talento de otros bolivianos.

Y al tratarse de diseños exclusivos, uno de sus objetivos a largo plazo es exportar este producto para propagar la cultura boliviana en otros países.

Piedras en el camino

Uno de los problemas que confrontó Dencrom fue el plagio de uno de sus diseños .

La moneda de un boliviano ahora también se la estampa en las poleras que se venden en la calle Sagárnaga, donde circulan decenas de turistas al día. Terrazas afirma que el trámite de derechos de autor para sus diseños es “muy burocrático y tedioso”, por lo que se vieron limitados a obtener la autoría sólo de algunos.

Otra dificultad fue el trabajo con las fábricas, pues al realizar pedidos en pequeñas cantidades, no tienen prioridad. Cambiaron varias veces de empresas, por lo que quieren contar en un futuro con su propia estampadora.

Sin embargo, nada frena su impulso y entusiasmo. Mirar, plasmar y transmitir cultura es su pasión y su pan de cada día.

Fuente Página Siete

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