Un Brasil cada vez más desordenado va camino a sufrir otra goleada más, tras el mazazo sufrido frente a Alemania por las semifinales. En 16 minutos de juego, perdió por 3 a 0 frente a Holanda, con tantos de Van Persie y Blind, tras severos errores defensivos de la “canarinha”. El duro golpe sufrido tras la derrota histórica por 7 a 1 frente a los teutones, este martes, parece haber calado hondo en los jugadores brasileños, que no pueden recomponer su imagen.
En un partido que para muchos no debería jugarse, al minuto, Robin Van Persie convirtió de penal, tras una falta del capitán brasileño Thiago Silva, al delantero Arjen Robben. Y a los 16’, Blind capturó un mal despeje de David Luiz y marcó con un gran remate de derecha. El ganador de este encuentro mejorará un poco el ánimo tras la eliminación en semifinales. Pero para Brasil será difícil reponerse de la mayor goleada en contra sufrida el martes pasado en el Mineirao de Belo Horizonte.
Con el regreso de Thiago Silva a la defensa, y las salidas de Marcelo y Fred, los de Luiz Felipe Scolari salieron al estadio Nacional de Brasilia con la intención de demostrar la vergüenza deportiva que tenía para ofrecer. Pero la respuesta del local nunca llegó, dado que en los primeros 90 segundos de juego, el capitán le cometió una clara infracción al habilidoso delantero holandés y árbitro argelino Djamel Haïmoudi no dudó en sancionar la pena máxima. Desde los doce pasos, Robin Van Persie hizo efectiva la conquista y marcó el 1 a 0. Los temores de un nuevo golpe volvieron a percibirse en el Mané Garrincha de Brasilia.
Sin muchas emociones, a los 16 minutos, una escapada de Robben por derecha, terminó con un centro que David Luiz despejó al centro. Allí, estaba esperando Blind, quien tuvo tiempo para bajar y parar la pelota, y pegarle con la pierna inhábil –la derecha- y clavar la pelota en el ángulo de un desesperado Julio César. Con los dos goles de ventaja, Holanda maneja el partido y se queda con el tercer puesto del Mundial de Brasil 2014, que será uno de los más recordados por brasileños y argentinos –por razones muy diferentes. Mañana, Argentina jugará la final con Alemania, con la chance de conseguir el tricampeonato.
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