Literatura: la experiencia ganada este año será importante para encarar la muestra de 2012
Marco Fernández Ríos - Cambio
Nueve días no fueron suficientes, pero marcan un importante inicio de la primera Feria del Libro en la cuidad de El Alto, que culminó ayer, con la intención de mejorar esta exposición el próximo año.
Si se presentaron algunos problemas con la iluminación en los stands, donde el espacio muchas veces fue insuficiente y también hubo frío, los organizadores sostuvieron, que por ser la primera experiencia, esta actividad salió bien.
“A pesar de la vicisitudes que hemos tenido, nos salió muy bien, estamos satisfechos”, aseveró Antonio Gallardo, ejecutivo de la Asociación de Representantes de Editoriales de la ciudad de El Alto.
Estudiantes de al menos 20 colegios visitaron los puestos de 60 expositores de libros, quienes se ubicaron en el campo ferial ubicado en la avenida Héroes del Kilómetro Siete, al final de la autopista.
Juan Carlos Pérez, estudiante de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), dijo que esta feria fue muy importante para la urbe, aunque lamentó la escasa presencia de visitantes. “Me dio un poco de pena ver el esfuerzo de los expositores y que esto no haya estado lleno, cuando la cultura es una de las cosas que se debe promocionar con mayor fuerza en la ciudad de El Alto”, añadió.
Sin embargo, resaltó que fue una de las actividades más importantes del año porque la exposición crecerá con el paso del tiempo.
Joseth Hidalgo, representante del PIEB (Programa de Investigación Estratégica en Bolivia), comentó que en esta primera experiencia se notó la visita de estudiantes de colegios y de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), además de docentes y profesores, aunque observó que hubo poca adquisición de libros.
Asimismo ponderó la colección del PIEB sobre investigaciones en esa urbe, como Arquitecturas emergentes en El Alto, de Randolph Cárdenas; La seguridad ciudadana en la ciudad de El Alto, de Juan Mollericona; Casa aunque en la punta del cerro, de Jaime Durán; La cosmovisión y lógica en la dinámica socioeconómica del qhatu/Feria 16 de Julio, de Simón Yampara, y Jóvenes y política en El Alto, de Jiovanny Samanamud.
Por su lado, Juana Tambo, integrante del Centro Cultural Wayna Tambo, dijo que la feria fue una experiencia única e interesante en la urbe alteña, más aún porque les permitió acercarse a la gente, pues el Wayna es difícil de ubicar en Villa Dolores.
“Por donde vas, por la calle, por el mercado, todo el mundo habla de la Feria del Libro, porque saben que pueden encontrar textos baratos, pero interesantes, que es lo más importante, propuestas que son de la gente”, comentó.
Eusebio Tapia, ex guerrillero de Ñancahuazú, también expuso textos de su editorial Qhañanchawi, que tratan acerca de asuntos como sus experiencias con el Che Guevara y la historia del sindicalismo.
Así, culminó la muestra y se inicia la organización de la próxima.
Fuente Cambio
Marco Fernández Ríos - Cambio
Nueve días no fueron suficientes, pero marcan un importante inicio de la primera Feria del Libro en la cuidad de El Alto, que culminó ayer, con la intención de mejorar esta exposición el próximo año.
Si se presentaron algunos problemas con la iluminación en los stands, donde el espacio muchas veces fue insuficiente y también hubo frío, los organizadores sostuvieron, que por ser la primera experiencia, esta actividad salió bien.
“A pesar de la vicisitudes que hemos tenido, nos salió muy bien, estamos satisfechos”, aseveró Antonio Gallardo, ejecutivo de la Asociación de Representantes de Editoriales de la ciudad de El Alto.
Estudiantes de al menos 20 colegios visitaron los puestos de 60 expositores de libros, quienes se ubicaron en el campo ferial ubicado en la avenida Héroes del Kilómetro Siete, al final de la autopista.
Juan Carlos Pérez, estudiante de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), dijo que esta feria fue muy importante para la urbe, aunque lamentó la escasa presencia de visitantes. “Me dio un poco de pena ver el esfuerzo de los expositores y que esto no haya estado lleno, cuando la cultura es una de las cosas que se debe promocionar con mayor fuerza en la ciudad de El Alto”, añadió.
Sin embargo, resaltó que fue una de las actividades más importantes del año porque la exposición crecerá con el paso del tiempo.
Joseth Hidalgo, representante del PIEB (Programa de Investigación Estratégica en Bolivia), comentó que en esta primera experiencia se notó la visita de estudiantes de colegios y de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), además de docentes y profesores, aunque observó que hubo poca adquisición de libros.
Asimismo ponderó la colección del PIEB sobre investigaciones en esa urbe, como Arquitecturas emergentes en El Alto, de Randolph Cárdenas; La seguridad ciudadana en la ciudad de El Alto, de Juan Mollericona; Casa aunque en la punta del cerro, de Jaime Durán; La cosmovisión y lógica en la dinámica socioeconómica del qhatu/Feria 16 de Julio, de Simón Yampara, y Jóvenes y política en El Alto, de Jiovanny Samanamud.
Por su lado, Juana Tambo, integrante del Centro Cultural Wayna Tambo, dijo que la feria fue una experiencia única e interesante en la urbe alteña, más aún porque les permitió acercarse a la gente, pues el Wayna es difícil de ubicar en Villa Dolores.
“Por donde vas, por la calle, por el mercado, todo el mundo habla de la Feria del Libro, porque saben que pueden encontrar textos baratos, pero interesantes, que es lo más importante, propuestas que son de la gente”, comentó.
Eusebio Tapia, ex guerrillero de Ñancahuazú, también expuso textos de su editorial Qhañanchawi, que tratan acerca de asuntos como sus experiencias con el Che Guevara y la historia del sindicalismo.
Así, culminó la muestra y se inicia la organización de la próxima.
Fuente Cambio
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