Enciende la música y de inmediato empieza el entrenamiento. Anabel Lozada desde la parte de arriba da las instrucciones a los alumnos que están en el agua. “Empezamos con calentamiento”, dice la joven.

Así comienza la rutina de ejercicios dentro del agua o acuaeróbicos, disciplina que no es nueva en Ambato, provincia de Tungurahua, pero Anabel quiere revolucionarla.

Ella tiene mucha noción de lo que enseña. A sus 22 años es nadadora profesional y fue seleccionada del país en la Copa del Pacífico hace algunos años. Su nuevo reto es que las personas amen ejercitarse en el agua.

Narcisa Escobar es una de sus alumnas y en la primera ocasión salió agotada, pero a la vez fascinada. “No conocía de esta forma de hacer gimnasia, parece que no se ejercitara, pero es muy buena”, manifestó.

Anabel explica que se logra quemar muchas calorías dentro de una piscina. Solo se necesita de una hora y en la rutina se incorporan pesas, tablas, flotadores y muy pronto lo harán con bicicletas acuáticas.

“No a todos les gusta ir al gimnasio o hacer bailoterapia. De ahí surgió la idea de practicar aeróbicos, pero dentro del agua. Son ejercicios completos para el cuerpo, es una terapia de regeneración y tonificación muscular. Se queman calorías sin necesidad de nadar y sudar”, precisó la instructora.

Además, la rutina de aeróbicos en el agua también es buena terapia para la diabetes, hipertensión, artritis, artrosis y más enfermedades que en muchas ocasiones son a causa de la vida sedentaria.

“En el agua no hacemos masa, sino fibra. Es un ejercicio completo, se trabaja el control de la respiración y cardiovascular”, dice la joven, quien es egresada de Cultura Física y a la vez estudia medicina.

Dentro de su casa guarda celosamente las medallas y trofeos ganados. La gimnasia dentro de la piscina se práctica en la parroquia Augusto N. Martínez, en el complejo Bella María, a una cuadra del Parque Central, los sábados y domingos, de 10:00 a 11:00. “Es recomendado hasta para quienes no saben nadar”, dice la nadadora de Ambato.