Pajpakus en El Alto y su discurso popular

El Alto, 17 feb.- "Mire joven, cholita, acérquese le voy a mostrar algo que le va a interesar...", es una de las frases mas famosas que esgrimen los llamados “Pajpakus”, término popular que es utilizado en Bolivia para caracterizar a los carismáticos vendedores ambulantes que prometen el cielo y la tierra, venden remedios milagrosos y hablan cualquier tontería para convencer a sus eventuales compradores; la Ceja de El Alto como las diversas ferias zonales son los lugares que frecuentan estos personajes, llaman la atención del publico transeúnte haciendo de todo y nada.

Algunos empiezan galardonando a los eventuales curiosos “Señores y señoras, estimado publico…” sin embargo esta solamente es una de las fases iniciales para llamar la atención

El Pajpaku

La estructura discursiva de los “pajpakus”, se divide en tres estados, desde mí percepción: Primero hacen una introducción improvisada para captar la atención de los transeúntes mediante algún objeto (huevos, tomates, monedas, muñecos), o dramatización ineludible lanzando fuego por la boca o simplemente bailando. Después de “hipnotizar” o reunir gente a su alrededor, se adentran en la presentación o teorización sobre alguna temática o producto, que puede durar entre media hora o más, y finalmente incitan a la gente a que compren dicha mercadería prefijada, aunque claro dijo que no se iba a vender nada. El pajpaku les había llevado sutilmente hasta el final. Estos elementos, aunque genéricos, se constituyen en pilares al interior de sus discursividades conversacionales.

Los mensajes que emiten son sutiles y persuasivas como el de algunos programas deportivos), que comercializan productos desde la pantalla chica. El ser "pajpaku" es una cualidad otorgada solo a unos cuantos. Aparte de ser un oficio, es una estrategia de sobrevivencia personal. Calor o frío, oscuridad o claridad, estos personajes que conocen casi toda Bolivia, como pocos, siempre están con el rostro sonriente. Y pocos tienen la misma astucia o estrategia comercial para convencer, conquistar, causar gracia o hacer llorar a niños, jóvenes y ancianos. Además, son magos callejeros que trabajan para contrarrestar los problemas sociales mediante el humor y el poder de la palabra como Simón Bolívar, Hitler, Mao Sdong, entre otros “immortales".

Por: Raul Catari Yujra*

Fuente Palabra Latina

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