Analistas sostienen que esta realidad es consecuencia de una política gubernamental que no invierte en la industrialización para generar nuevas fuentes laborales.
Cada año se reduce el empleo formal, pero sí crecen el empleo precario y el oficio informal o ilegal, como consecuencia de una política que no invierte en la industrialización para generar una fuente laboral, sostiene el analista Humberto Vacaflor, entretanto, Fernando Untoja confirma que de diez ciudadanos seis están desempleados y de los cuatro que tienen ocupación tres son informales y sólo uno se mantiene en el empleo formal.
“Es un empleo precario porque las empresas optan por contratar gente sólo por el tiempo de tres meses, ante la imposibilidad de asumir las condiciones de mantener un empleo formal”, dijo Vacaflor.
Asimismo, dijo que el desempleo afecta a jóvenes de 21 hasta los 30 años de edad, quienes prefieren salir del país ante la falta de empleo formal, con ingresos que les permita mejorar su condición de vida.
El porcentaje de trabajadores extremadamente precarios se habría duplicado en los últimos 10 años porque en 2001 sólo representaba un 25%, revela un estudio realizado por el responsable del Programa Urbano de UNITAS Carlos Revilla.
“Del año 2001 a la actualidad, gran parte de la masa laboral activa del país ha pasado a tener un empleo precario extremo, cuando antes sólo un 25% de los trabajadores del país tenía un empleo precario extremo ahora el 50% está en un empleo de este tipo”, explicó.
Los datos de UNITAS muestran que el 17,1% de trabajadores cuenta con una ocupación plena y adecuada, el 24% tiene un trabajo precario moderado y aproximadamente un 58% cuenta con un oficio informal extremo; el análisis también determina que desde el 2001, hasta la fecha, la tasa de desempleo en Bolivia no se redujo sustancialmente y aún bordea el 10 %.
Según Vacaflor si bien la mujer continúa ocupando el grupo de desempleo, ahora se incluye en los 80% de ocupación informal y precaria. “Por lo tanto cuando más se incrementa la informalidad, resulta más visible hablar la existencia de dos Bolivias”, observó.
Para el analista Fernando Untoja a tiempo de visualizar que el empleo se habría incrementado en sectores específicos como en la construcción, asegura que ante la falta de una política productiva, la misma no genera valor agregado, imposibilitando la creación de empleo.
Por lo tanto, dijo que “el 10% de la totalidad de la población podría estar incluida en el empleo formal, mientras que el 40% ocupa el ámbito informal y precario. Eso significa que de 10 personas seis se encuentran desempleadas y de las cuatro restantes que tienen empleo, tres ocupan el sector informal y precario, mientras que sólo uno tiene empleo formal”, explicó.
El analista Untoja sostuvo que en cinco años, las consecuencias de la falta de una política de empleo productivo podría tener como efecto el estancamiento de la economía nacional, creando sólo una economía comercial, que afecta al sector exportador, porque a nivel interno se reduce cada vez la demanda, ante la importación de productos desde alimentos, maquinarias, mientras que el país sólo exporta materia prima sin valor agregado, abandonando la reactivación productiva
Una investigación del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el 60% de los bolivianos es pobre, es decir, que no tiene lo necesario para vivir dignamente, mientras que tres de cada 10 ciudadanos (as) son extremadamente pobres, quienes no llegan a satisfacer varias de las necesidades básicas para vivir como alimentación, techo y salud, señala el gerente de la entidad Gary Rodríguez.
Finalmente, para el analista Marcelo Silva, hoy en el día del trabajador, Bolivia está ubicado en una crisis del empleo, donde se reduce el empleo formal y se incrementa el oficio informal, ante la postergación de las promesas electorales incumplidas donde el ofrecimiento de la industrialización se mantienen como una tarea pendiente.
El Diario
Cada año se reduce el empleo formal, pero sí crecen el empleo precario y el oficio informal o ilegal, como consecuencia de una política que no invierte en la industrialización para generar una fuente laboral, sostiene el analista Humberto Vacaflor, entretanto, Fernando Untoja confirma que de diez ciudadanos seis están desempleados y de los cuatro que tienen ocupación tres son informales y sólo uno se mantiene en el empleo formal.
“Es un empleo precario porque las empresas optan por contratar gente sólo por el tiempo de tres meses, ante la imposibilidad de asumir las condiciones de mantener un empleo formal”, dijo Vacaflor.
Asimismo, dijo que el desempleo afecta a jóvenes de 21 hasta los 30 años de edad, quienes prefieren salir del país ante la falta de empleo formal, con ingresos que les permita mejorar su condición de vida.
El porcentaje de trabajadores extremadamente precarios se habría duplicado en los últimos 10 años porque en 2001 sólo representaba un 25%, revela un estudio realizado por el responsable del Programa Urbano de UNITAS Carlos Revilla.
“Del año 2001 a la actualidad, gran parte de la masa laboral activa del país ha pasado a tener un empleo precario extremo, cuando antes sólo un 25% de los trabajadores del país tenía un empleo precario extremo ahora el 50% está en un empleo de este tipo”, explicó.
Los datos de UNITAS muestran que el 17,1% de trabajadores cuenta con una ocupación plena y adecuada, el 24% tiene un trabajo precario moderado y aproximadamente un 58% cuenta con un oficio informal extremo; el análisis también determina que desde el 2001, hasta la fecha, la tasa de desempleo en Bolivia no se redujo sustancialmente y aún bordea el 10 %.
Según Vacaflor si bien la mujer continúa ocupando el grupo de desempleo, ahora se incluye en los 80% de ocupación informal y precaria. “Por lo tanto cuando más se incrementa la informalidad, resulta más visible hablar la existencia de dos Bolivias”, observó.
Para el analista Fernando Untoja a tiempo de visualizar que el empleo se habría incrementado en sectores específicos como en la construcción, asegura que ante la falta de una política productiva, la misma no genera valor agregado, imposibilitando la creación de empleo.
Por lo tanto, dijo que “el 10% de la totalidad de la población podría estar incluida en el empleo formal, mientras que el 40% ocupa el ámbito informal y precario. Eso significa que de 10 personas seis se encuentran desempleadas y de las cuatro restantes que tienen empleo, tres ocupan el sector informal y precario, mientras que sólo uno tiene empleo formal”, explicó.
El analista Untoja sostuvo que en cinco años, las consecuencias de la falta de una política de empleo productivo podría tener como efecto el estancamiento de la economía nacional, creando sólo una economía comercial, que afecta al sector exportador, porque a nivel interno se reduce cada vez la demanda, ante la importación de productos desde alimentos, maquinarias, mientras que el país sólo exporta materia prima sin valor agregado, abandonando la reactivación productiva
Una investigación del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el 60% de los bolivianos es pobre, es decir, que no tiene lo necesario para vivir dignamente, mientras que tres de cada 10 ciudadanos (as) son extremadamente pobres, quienes no llegan a satisfacer varias de las necesidades básicas para vivir como alimentación, techo y salud, señala el gerente de la entidad Gary Rodríguez.
Finalmente, para el analista Marcelo Silva, hoy en el día del trabajador, Bolivia está ubicado en una crisis del empleo, donde se reduce el empleo formal y se incrementa el oficio informal, ante la postergación de las promesas electorales incumplidas donde el ofrecimiento de la industrialización se mantienen como una tarea pendiente.
El Diario
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