El amamantamiento cumple un rol fundamental en la recuperación de la madre, y es la mejor alimentación para el recién nacido. Pero sucede que a muchas mujeres y más aún cuando son mamás primerizas les suele aparecer grietas en los pezones que además de dolorosas pueden empañar este momento importante en su vida. ¿Qué hacer? ¿Cómo tratarlo?
Saber cómo prevenir y manejar estas dolencias resulta esencial para continuar de manera adecuada con la nutrición del pequeño. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que el amamantamiento se utilice como método exclusivo de alimentación durante los seis primeros meses de vida del bebé como mínimo, si desea amamantar más tiempo, es ideal hacerlo.
Causas frecuentes. Según indica el ginecólogo del Centro Crecer, Carlos Siles, las grietas en el pezón se deben a lesiones secundarias a la lactancia por agresión de la humedad del mismo efecto físico que tiene el recién nacido sobre el pezón, y a eso se le suma muchas veces el mal manejo y la falta de prevención de la madre. También la resequedad o la extracción de toda la grasa de la piel o el lubricante natural por la lactancia es lo que provoca esas lesiones.
Problemas mayores. Es importante recalcar que ante las apariciones de grietas y si no se cura a tiempo estas no solo causan dolor. La advertencia del especialista indica que incluso pueden ser una puerta de entrada para bacterias e infecciones subsecuentes que comprometen el bienestar de la madre, y más peor aún exponer al bebé a una deshidratación o un défict transitorio de la alimentación.
Es mejor prevenir, que lamentar. Para Siles lo ideal es la prevención, "el aseo de las manos, del pezón y la buena técnica de lactancia, son claves" dice. También sobre todo si se es mamá primeriza es importante que su médico le enseñe a formar el pezón para que el bebé no tenga inconvenientes en la lactancia. Asimismo, lo más importante es lograr un correcto agarre del niño al pecho, es decir, evitar que se tome solo de la punta del pezón y lograr que gran parte de la areola quede dentro de su boca.
Sobre el daño. Ahora si no se puede evitar las grietas y estas ya se formaron, el ginecólogo recomienda hervir agua y dejar que se entibie, luego con un algodón realizar una limpieza por toda la zona y al final aplicar alguna crema hidratante y especial para este malestar que puede consultar con su médico.
Otro buen remedio es colocarse unas gotas de la propia leche materna sobre los pezones, ello porque posee propiedades cicatrizantes y antibacterianas que pueden ayudarle.
Extracción continua. También es importante resaltar que la lactancia no se debe suspender, solo en caso que su médico lo indique y cuando esto sucede se debe seguir con la extracción de la leche y darse en un biberón al pequeño, de forma temporal, dice Siles," Una vez este sana hay que continuar con la lactancia, pero no la suspenda".
Saber cómo prevenir y manejar estas dolencias resulta esencial para continuar de manera adecuada con la nutrición del pequeño. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que el amamantamiento se utilice como método exclusivo de alimentación durante los seis primeros meses de vida del bebé como mínimo, si desea amamantar más tiempo, es ideal hacerlo.
Causas frecuentes. Según indica el ginecólogo del Centro Crecer, Carlos Siles, las grietas en el pezón se deben a lesiones secundarias a la lactancia por agresión de la humedad del mismo efecto físico que tiene el recién nacido sobre el pezón, y a eso se le suma muchas veces el mal manejo y la falta de prevención de la madre. También la resequedad o la extracción de toda la grasa de la piel o el lubricante natural por la lactancia es lo que provoca esas lesiones.
Problemas mayores. Es importante recalcar que ante las apariciones de grietas y si no se cura a tiempo estas no solo causan dolor. La advertencia del especialista indica que incluso pueden ser una puerta de entrada para bacterias e infecciones subsecuentes que comprometen el bienestar de la madre, y más peor aún exponer al bebé a una deshidratación o un défict transitorio de la alimentación.
Es mejor prevenir, que lamentar. Para Siles lo ideal es la prevención, "el aseo de las manos, del pezón y la buena técnica de lactancia, son claves" dice. También sobre todo si se es mamá primeriza es importante que su médico le enseñe a formar el pezón para que el bebé no tenga inconvenientes en la lactancia. Asimismo, lo más importante es lograr un correcto agarre del niño al pecho, es decir, evitar que se tome solo de la punta del pezón y lograr que gran parte de la areola quede dentro de su boca.
Sobre el daño. Ahora si no se puede evitar las grietas y estas ya se formaron, el ginecólogo recomienda hervir agua y dejar que se entibie, luego con un algodón realizar una limpieza por toda la zona y al final aplicar alguna crema hidratante y especial para este malestar que puede consultar con su médico.
Otro buen remedio es colocarse unas gotas de la propia leche materna sobre los pezones, ello porque posee propiedades cicatrizantes y antibacterianas que pueden ayudarle.
Extracción continua. También es importante resaltar que la lactancia no se debe suspender, solo en caso que su médico lo indique y cuando esto sucede se debe seguir con la extracción de la leche y darse en un biberón al pequeño, de forma temporal, dice Siles," Una vez este sana hay que continuar con la lactancia, pero no la suspenda".
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