Los niños dicen malas palabras por diferentes motivos, así lo aseguraron Raúl Santistevan y Omar Gonzales, psicólogos especialistas en niños y adolescentes. Según ellos, es posible que los niños pequeños no comprendan el significado de una mala palabra y la repitan, porque escucharon a alguien decirla. En la adolescencia también pueden decirse malas palabras para llamar la atención, para ganarse la aceptación de los amigos, porque decir malas palabras es "cool", para probar la independencia o para imitar a un personaje de la televisión o de una película que dice malas palabras. Cabe destacar que, en esta etapa, tener poder y rechazar lo que alguna vez fue tabú, es parte de la vida.

Indague sobre la procedencia. Según Santistevan, cuando su hijo o hija diga malas palabras, especialmente en el caso de la adolescencia, pregúntele: ¿por qué la dijo? o ¿dónde escuchó esa palabra? Si su hijo busca llamar la atención y le responde haciendo escándalo o enfadándose, puede estimular ese comportamiento.

Dé el ejemplo. El ejemplo parte desde la casa. Los especialistas recomiendan prestar atención a las malas palabras que se dicen en el seno familiar. Será difícil explicarle a su hijo que no puede decir malas palabras si usted y otros miembros las mencionan. "Si su hijo dice malas palabras porque las escucha en la televisión, películas, videojuegos, hay que considerar el reducir el tiempo que dedica a esas actividades", remarcó Gonzales.

¿Qué son las malas palabras? Cuando detecte que su hijo comienza a decir malas palabras, "explíquele que esas palabras pueden ofender mucho a las personas. Si su adolescente dice malas palabras es porque se siente tal vez enojado", dijo Gonzales, a tiempo de indicar que para ello lo mejor es demostrarle que entiende lo que siente y, por tanto, se debe hablar sobre otras maneras en las que puede expresar sus emociones.

Reglas claras. Hay que dejar en claro que todo efecto tiene su consecuencia. Explique claramente a su hijo que decir malas palabras no está bien. La primera vez que lo haga adviértale qué castigos tendrá en el futuro por expresarse así.