El Alto, 20 de octubre de 2010.- El Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza (CPMGA) inició la socialización de la Ley contra el Racismo y toda forma de Discriminación en la ciudad de El Alto, con la presencia de autoridades nacionales, organizaciones sociales, vecinales, instituciones y población en general.
Luego de una exposición de los contenidos de la Ley a cargo de Claudia Gutierrez, representante del Defensor del Pueblo, la diputada Marianela Paco, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, aclaró que las denuncias que se hagan sobre racismo y discriminación serán considerados en los casos cuando “las palabras, los chistes, las caricaturas, los gestos, los comportamientos vulneren los derechos de las personas en su dignidad”.
Justificó la necesidad de esta Ley “porque se ha naturalizado la discriminación a lo largo de la historia. Se ha invisibilizado la injusticia”. En cuanto a las sanciones, explicó que los procesos primero agotarán la vía administrativa interna de las instituciones públicas y privadas, y luego se pasará a la vía penal. Las instancias de denuncia serán la Policía, el Ministerio Público”.
Pedro Pablo Perez, comunicador aymara, argumentó que desde la cosmovisión andina no existe la discriminación y el racismo, sino que estas prácticas son producto del colonialismo que debe ser erradicada desde la vida cotidiana, en los medios de comunicación y a partir de instrumentos legales como esta ley, a tiempo de relatar su propio testimonio de discriminación ejercido por un periodista local.
A su vez, la periodista Ruth Ruquimia instó a la población a diferenciar la libertad de expresión y la libertad de empresa, y pidió que se informe sobre los artículos de la Ley antes de asumir una posición sobre los artículos 16 y 23 –referidos a los medios de comunicación- ya que “existen responsabilidades que hacen a los propietarios, a los periodistas, pero en ningún lugar se restringe la libertad de información”.
Del Centro de Expresión e Interpretación Cultural Afroboliviano, Juan Carlos Ballivian, se explicó que apenas se empieza a luchar contra el racismo y que la socialización de la Ley pretende aclarar la necesidad de contar con una normativa explicitando los límites de las conductas racistas, los procedimientos penales y así desvirtuar las malas interpretaciones “porque la Ley no sólo habla de los medios, sino habla de todos los sectores que sufren racismo y discriminación”.
· Elena Apaza, dirigenta de mercados
“Pese a que tenemos derechos, las mujeres somos discriminadas hasta ahora. Con esta Ley debemos participar en el reglamento para que la Ley se cumpla”.
· Rosario, dirigente vecinal Distrito 1
“Estamos haciendo historia con esta Ley y no nos estamos dando cuenta. Debemos planificar cómo participar en la reglamentación”.
· Isabel Atencio, dirigenta vecinal Distrito 2
“Tenemos que informarnos sobre qué dice la Ley y no sólo hablar de los medios y la libertad de expresión. No hay que olvidar que las mujeres vivimos la discriminación y es importante participar en la reglamentación para aportar con nuestra experiencia”.
Fuente Gregorias
Luego de una exposición de los contenidos de la Ley a cargo de Claudia Gutierrez, representante del Defensor del Pueblo, la diputada Marianela Paco, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, aclaró que las denuncias que se hagan sobre racismo y discriminación serán considerados en los casos cuando “las palabras, los chistes, las caricaturas, los gestos, los comportamientos vulneren los derechos de las personas en su dignidad”.
Justificó la necesidad de esta Ley “porque se ha naturalizado la discriminación a lo largo de la historia. Se ha invisibilizado la injusticia”. En cuanto a las sanciones, explicó que los procesos primero agotarán la vía administrativa interna de las instituciones públicas y privadas, y luego se pasará a la vía penal. Las instancias de denuncia serán la Policía, el Ministerio Público”.
Pedro Pablo Perez, comunicador aymara, argumentó que desde la cosmovisión andina no existe la discriminación y el racismo, sino que estas prácticas son producto del colonialismo que debe ser erradicada desde la vida cotidiana, en los medios de comunicación y a partir de instrumentos legales como esta ley, a tiempo de relatar su propio testimonio de discriminación ejercido por un periodista local.
A su vez, la periodista Ruth Ruquimia instó a la población a diferenciar la libertad de expresión y la libertad de empresa, y pidió que se informe sobre los artículos de la Ley antes de asumir una posición sobre los artículos 16 y 23 –referidos a los medios de comunicación- ya que “existen responsabilidades que hacen a los propietarios, a los periodistas, pero en ningún lugar se restringe la libertad de información”.
Del Centro de Expresión e Interpretación Cultural Afroboliviano, Juan Carlos Ballivian, se explicó que apenas se empieza a luchar contra el racismo y que la socialización de la Ley pretende aclarar la necesidad de contar con una normativa explicitando los límites de las conductas racistas, los procedimientos penales y así desvirtuar las malas interpretaciones “porque la Ley no sólo habla de los medios, sino habla de todos los sectores que sufren racismo y discriminación”.
· Elena Apaza, dirigenta de mercados
“Pese a que tenemos derechos, las mujeres somos discriminadas hasta ahora. Con esta Ley debemos participar en el reglamento para que la Ley se cumpla”.
· Rosario, dirigente vecinal Distrito 1
“Estamos haciendo historia con esta Ley y no nos estamos dando cuenta. Debemos planificar cómo participar en la reglamentación”.
· Isabel Atencio, dirigenta vecinal Distrito 2
“Tenemos que informarnos sobre qué dice la Ley y no sólo hablar de los medios y la libertad de expresión. No hay que olvidar que las mujeres vivimos la discriminación y es importante participar en la reglamentación para aportar con nuestra experiencia”.
Fuente Gregorias
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