La vulvovaginitis, vaginitis o inflamación vaginal es una inflamación o infección de la vulva y la vagina que puede afectar a mujeres de cualquier edad.
Esta patología puede ser causada por bacterias, hongos, virus u otros parásitos, además de producirse a causa de enfermedades de transmisión sexual, ciertos jabones y perfumes, o una mala higiene íntima.
La sintomatología de la vulvovaginitis es irritación y picor en los genitales externos, ardor al orinar, dolor en las relaciones sexuales, inflamación vulvar y un flujo con un olor y aspecto desagradable.
Consejos para prevenir infecciones genitales:
- La utilización de preservativo puede evitar la mayor parte de las infecciones transmitidas sexualmente.
- Utilizar ropa holgada y de materiales que faciliten la transpiración.
- Realizar la limpieza de la zona anal de delante hacia atrás, para evitar introducir en la vulva bacterias del recto.
- Lavarse las manos antes y después de ir al baño.
- En verano, evitar permanecer demasiado tiempo con el bañador mojado. Si el baño ha sido en una piscina o algún lugar donde haya la posibilidad, ducharse al salir del agua.
- Beber mucho agua, porque ingerir poco agua implica menor eliminación de líquidos y, por tanto, mayor estancamiento de este, lo que favorece el desarrollo de gérmenes.
Esta patología puede ser causada por bacterias, hongos, virus u otros parásitos, además de producirse a causa de enfermedades de transmisión sexual, ciertos jabones y perfumes, o una mala higiene íntima.
La sintomatología de la vulvovaginitis es irritación y picor en los genitales externos, ardor al orinar, dolor en las relaciones sexuales, inflamación vulvar y un flujo con un olor y aspecto desagradable.
Consejos para prevenir infecciones genitales:
- La utilización de preservativo puede evitar la mayor parte de las infecciones transmitidas sexualmente.
- Utilizar ropa holgada y de materiales que faciliten la transpiración.
- Realizar la limpieza de la zona anal de delante hacia atrás, para evitar introducir en la vulva bacterias del recto.
- Lavarse las manos antes y después de ir al baño.
- En verano, evitar permanecer demasiado tiempo con el bañador mojado. Si el baño ha sido en una piscina o algún lugar donde haya la posibilidad, ducharse al salir del agua.
- Beber mucho agua, porque ingerir poco agua implica menor eliminación de líquidos y, por tanto, mayor estancamiento de este, lo que favorece el desarrollo de gérmenes.
Diario Femenino
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