Brevets falsos circulan en La Paz

Son indagados por el presunto delito de uso de instrumento falsificado.

El Ministerio Público investigará a al menos 450 choferes de transporte público por el presunto delito de uso de instrumento falsificado, afirmó ayer el fiscal Humberto Quispe. Ese delito es sancionado con una pena privativa de uno a seis años, de acuerdo con el Código Penal.

El pasado viernes fueron aprehendidos, en flagrancia, los hermanos Jorge Armando T. Q. y Félix T. Q., el primero cabo de Policía, y el segundo ingeniero de sistemas, por falsificar licencias de conducir. Son sospechosos de formar parte de un clan cuyas operaciones perjudicaban al Servicio General de Identificación Personal y al Servicio General de Licencias de Conducir (Segelic).

Durante el operativo, el Ministerio Público allanó tres inmuebles ubicados en la calle Murillo y la avenida Periférica, donde se realizaban las falsificaciones de documentos de conducir.

Quispe afirmó que, inicialmente, se descubrió 50 licencias falsas de conducir listas para entregarse. Pero durante las investigaciones se identificó que 450 ya fueron entregadas y que actualmente son utilizadas por los choferes.

“Ellos, choferes, conocían lo que estaban haciendo y adquiriendo. En este momento, hay 450 conductores que operan de forma ilegal y serán citados a declarar ante la Fiscalía para evidenciar su grado de participación en este hecho”.

SOSPECHOSOS. El fiscal Quispe aseguró que el Clan T. Q. operaba desde enero de 2012 y que el número de personas que realizaban este trabajo era mayor, pero que no fueron habidos durante el allanamiento y la requisa desarrollada en los tres inmuebles.

“Gregorio estaba encargado de captar a las personas y el segundo era experto en sistemas informáticos. Pero, hay más gente involucrada a la que también se está buscando para cerrar el círculo de la investigación”. Ambas personas se encuentran bajo detención preventiva en la cárcel de San Pedro.

La FISCALÍA INVESTIGA LA PARTICIPACIÓN DE FUNCIONARIOS DEL SEGELIP Y DE OTROS POLICÍAS DE BAJO RANGO.

La Prensa

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