Eduardo Galeano muere a los 74 años de vida

Eduardo Galeano, escritor y periodista uruguayo, autor de "Las venas abiertas de América Latina", murió hoy en Montevideo a los 74 años de edad, informaron a Efe con fuentes cercanas a la familia.

Según el diario El País, de Uruguay, Galeano murió en el sanatorio del Casmu 2, en Montevideo, donde estaba internado desde la semana pasada.

Las fuentes familiares precisaron a Efe que Galeano fue ingresado en un centro hospitalario de la capital uruguaya debido al agravamiento de su estado de salud en los últimos días tras una de las muchas recaídas que había sufrido últimamente después de haber pasado épocas buenas una vez que fue intervenido en 2007 de un cáncer de pulmón.

Evo: “Nos duele muchísimo"

Horas después de conocida la muerte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, lamentó la pérdida del escritor y periodista. En conferencia de prensa en Santa Cruz, el mandatario, manifestó sus condolencias y solidaridad a la familia y allegados del uruguayo.

“Nos duele muchísimo la muerte del hermano Eduardo Galeano. La última visita que le hice, sentí que estaba mal de salud aunque se sentía muy fortalecido”, refirió Morales.

Resaltó que en aquella visita Galeano propuso un título para El Libro del Mar que le fue obsequió en aquella ocasión por: “El Libro del Mar Robado”.


El Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay confirmó el deceso junto al siguiente perfil:

“Eduardo Galeano nació en Montevideo el 3 de septiembre de 1940 en el seno de una familia católica de clase media. Hijo de un empleado público y de una gerente de librería, Galeano fue criado en un ambiente de profundas convicciones católicas. Incluso, cuando tenía ocho o nueve años, sostuvo que quería ser santo: «Tuve una infancia muy mística; pero no me fue bien con la santidad».

Galeano tiene una larga carrera tanto en el plano personal como en el profesional. Con tan sólo trece años empezó a publicar caricaturas para el diario El Sol, un periódico socialista en Uruguay, bajo el pseudónimo de «Gius» por la dificultosa pronunciación en castellano de su primer apellido (Hughes).

Desde muy joven empezó a trabajar; fue obrero en una fábrica de insecticidas, recaudador, pintor de carteles, mensajero, mecanógrafo, cajero de banco y editor.

En la década de los setenta un grupo derechista militar en Uruguay lo encarceló. Por esta causa se marchó a Argentina. Sin embargo allí ocurrió lo mismo. El régimen de Videla tomó el poder tras un sangriento golpe militar y su nombre fue agregado a la lista de aquellos condenados por los escuadrones de la muerte. Días y noches de amor y de guerra, se enmarca en los días de la dictadura en Argentina y Uruguay.

En esta ocasión se exilió en Cataluña, en Calella, al norte de Barcelona donde publicó en revistas españolas y colaboró con una radio alemana y un canal de televisión mexicano. En este período escribe su famosa y premiada trilogía Memoria del fuego.

Con todo, la obra de Galeano no es lo único importante. Vinculado a causas políticas y defensor de la ideología de izquierdas, recuerda cuando siendo miembro de la juventud socialista iba de pueblo en pueblo a hablar de socialismo ante la mirada atónita de aquellos pocos que se paraban a escucharle.

Galeano sigue abogando por las ideas que condenan el neoliberalismo y sigue apostando por un socialismo real. Insiste en la crítica situación en la que se encuentra Latinoamérica, sobre todo entre las nuevas generaciones que no creen en la democracia. Según Galeano, cuando un gobierno adopta soluciones que comprometen a diferentes generaciones, tiene la obligación de consultar el pueblo, porque son soluciones que tendrán repercusiones durante mucho tiempo.

Muy vinculado a este tema, Galeano, comprometido con la causa ecológica, ha arremetido en numerosas ocasiones contra la producción industrial de celulosa en su país y contra el gobierno de Tabaré Vázquez quien según él: «Ha convertido a Uruguay en un centro mundial de producción de celulosa», con las devastadoras consecuencias ecológicas que ello conlleva, pero: «La gente prefiere morir de contaminación que morir de hambre».

Galeano también ha hablado sobre la inmigración diciendo que las fronteras se cierran al paso de las personas pero se abren paso del dinero y de las mercancías.

Sin duda, una de las facetas más conocidas de Galeano es su pasión por el fútbol, reflejada en su libro Fútbol a sol y sombra, se lamenta de que los intelectuales no hayan sabido captar su verdadero significado y de que siempre se haya creído que el fútbol atrofia la conciencia del pueblo y le impide pensar con la cabeza. El propio autor reconoce que de niño quiso (como todos los uruguayos) ser jugador de fútbol, pero que por su absoluta falta de talento, no tuvo más remedio que hacerse escritor.

En 1985 regresó a Uruguay. Actualmente, tras haber superado una operación en el año 2007, reside en Montevideo. Uno de los lugares que le gusta frecuentar es el café El Brasileiro; además dirige su editorial El Chanchito.
En su obra se han basado otros personajes como el cantautor Joan Manuel Serrat, que ha tomado fragmentos de su obra. El relato La noche, sirvió de inspiración a Serrat para su canción Secreta mujer.

En Galeano conviven el periodismo, el ensayo y la narrativa, pero será sobre todo reconocido como un cronista certero y valiente que recuerda el pasado para analizar el futuro que estamos dejando.
De trato cordial y perpetuo buen humor, cree que el mejor de sus días «Es aquel que debe todavía estar por venir».

Cada vez más interesado en la situación política contemporánea, en ese período dio a conocer en volumen China 1964, Crónica de un desafío (1964), Guatemala, clave de Latinoamérica (1967) y Reportajes (1967).

También publicó una breve novela –Los días siguientes- y un libro de cuentos –Los fantasmas del día del león- en cuyas páginas construyó atmósferas ambiguas, realidades y ámbitos cercanos y reconocibles y conflictos diversos estructurados bajo la influencia de la ficción norteamericana contemporánea, César Pavese y Juan Carlos Onetti, entre otros.
Su concisa y diestra escritura periodística se complementó con un más flexible y libre despliegue en su narrativa.

Otros tres títulos, conectados directamente al enfoque político, Siete imágenes de Bolivia (1971), Violencia y enajenación y Crónicas latinoamericanas, estuvieron precedidos por su ensayo más célebre y ambicioso, a medio camino entre la historia y el periodismo, Las venas abiertas de América Latina, reeditado y traducido a cerca de 20 idiomas, admirado, aplaudido, controvertido y atacado, de gran incidencia en vastos sectores sociales del continente.

Los cuentos de Vagamundo afianzaron su capacidad imaginativa y canalizaron una línea características de su literatura en la que se conjugan la historia, el mito y la leyenda.

En esa misma dirección quedó orientada La canción de nosotros (premio Casa de las Américas, 1975), un testimonio que se desarrolla con una fuerte carga simbólica.

En 1973, se exilió en Buenos Aires donde fundó y dirigió la revista Crisis durante sus 40 primeros números. Después, cuando la represión en argentina no le dejó margen, pasó a residir en España en 1976.

Dos años más tarde ganó el premio Casa de las Américas con Días y noches de amor y de guerra (1978), en el que compiló recuerdos, reflexiones, anécdotas y noticias, en breves, sobrias y sentenciosas narraciones, casi tan íntimas como tensas.

Las voces narrativas del autor, que fueron absorbiendo géneros literarios en un proceso de progresiva superposición, culminaron en una trilogía de acento épico, Memoria del fuego, cada uno de cuyos tomos llevaron como subtítulos Los nacimientos (1982), Las caras y las máscaras (1984) y El siglo del viento (1986). A principios de 1985, con la recuperación democrática regresó a Uruguay.

Dueño de un estilo personal, depurado e incisivo para sus fieles y renovados lectores, reiterativo según sus detractores, sumó otros títulos: Conversaciones con Raimón, Contraseña, El libro de los abrazos, Nosotros decimos no, Ser como ellos y otros artículos, Las palabras andantes, El fútbol a sol y sombra, Patas arriba. La escuela del mundo al revés, Bocas del tiempo, Espejos. Una historia casi universal. Entre varios importantes premios, recibió el American Book Award, el Aloa el premio a la Libertad Cultural de la Fundación Lannan y el Stig Dagerman".

Radio Fides

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