Bolívar jugará hoy (18.45) en Buenos Aires ante el argentino Lanús el partido más importante de su historia fuera de casa, en el que estará en juego medio boleto a las semifinales de la Copa Libertadores, una instancia a la que ningún equipo boliviano accedió bajo la actual modalidad.

Catorce años después de haber jugado en cuartos de final —aquella vez (2000) frente al mexicano América, que se impuso ida y vuelta— la Academia vuelve a pisar esta instancia, ahora como uno de los equipos más sólidos de la competición y exhibiendo unos pergaminos recientes que ningún otro cuadro tiene.

De los ocho que están aún en carrera, Bolívar es el único que perdió solo una vez —cuando debutó en el Grupo 7 y cayó en Guayaquil a manos del ecuatoriano Emelec—, y van siete partidos sin derrotas, una fortaleza que sobre todo exhibió como visitante tanto en Brasil, ante el Flamengo, al que le empató (2-2); como en México frente al León, las dos veces que jugó con éste (venció en la primera 0-1 y empató en la segunda 2-2).

Dirigido por Xabier Azkargorta, el cuadro boliviano se ha ganado el respeto internacional por su juego expuesto sobre todo afuera, que ha hecho que sus rivales se den cuenta de que no es un equipo al que se le pueda ganar con facilidad.

De paso, Bolívar ha convertido goles en los ocho partidos que ha jugado, tanto de local como de visitante, un detalle no menor porque, por ejemplo, hacerlo le sirvió para —después de dos empates en octavos— acceder gracias a sus dos tantos como visitante a la fase en la que está ahora.

Con todas esas armas, el conjunto paceño tratará esta noche de sumar otro buen resultado: ganar o mínimo empatar; sin embargo, perder por una apretada diferencia tampoco le caería mal, como más de uno de sus integrantes lo ha admitido, tomando en cuenta que luego tendrá la posibilidad de cerrar la llave dentro de una semana en La Paz (18.30).

Por el contrario Lanús, temeroso de lo que pueda ser su visita a la altura, procurará hoy, más allá de asegurarse el triunfo, sacar una buena diferencia de goles como para tener un buen colchón que luego le permita venir más tranquilo en esta su carrera para dar un paso histórico hacia una fase en la que nunca ha estado antes.