Nina Uma: La voz del hip hop boliviano

Sus rimas hacen pensar. Su lĂ­rica muestra las desigualdades que, por haberse convertido en cotidianas, parecen parte de una realidad que no se puede o quiere cambiar.

Nina Uma se ha convertido en la voz femenina del hip hop andino boliviano, un hip hop polĂ­tico.
Sosteniendo a su hijo Inti Amaru, de poco más de un año, Amparo Elena Aliaga Tapia, conocida como Nina Uma, habla al micrófono de la radio Wayna Tambo durante su programa Yapu Hip Hop.

Sus canciones con instrumentos y ritmos nacionales se complementan con una lírica contestataria en español y aymara.

En ellas se canta sobre la reivindicación de lo indígena, lo andino, la clase trabajadora y los desfavorecidos. A esas temáticas se suma la igualdad de género, la crítica a la cultura capitalista superficial.

"HabĂ­a la necesidad polĂ­tica de tratar estos temas por la actualidad de nuestro paĂ­s . No se trata de ser artista nomás. La coyuntura histĂłrica ayuda en gran manera a que se conozca lo que yo hago. E ra necesario hacer algo que interpele la realidad”, explica.

El nombre Nina Uma viene de dos voces aymaras: "nina” es fuego y "uma” significa agua.
Hasta el momento ha grabado un disco llamado Ch’ama Ch’ama y colaborĂł en bandas como Atajo, grupo Kumana, Sagrada Coca, entre otras. Además tiene planes para grabar otro disco.

Su carrera se inició en forma casual después de escribir una canción para su entonces pareja Abraham Bojorquez -líder fallecido de la banda Ukamau y ké y pionero del rap y hip hop en aymara- y que no pudo cantar debido a un viaje.

Indignada -por haber escrito una canciĂłn que nunca saldrĂ­a a la luz- decidiĂł presentarla y para ello creĂł su nombre de lucha artĂ­stica y polĂ­tica: Nina Uma.

"¿QuĂ© siempre es pues hacer hip hop?, le dije. Y me lancĂ© sin pensarlo”. Fue un bautizo de fuego que cambiĂł su vida.

Cuando la venda de los ojos se cae

Nina Uma nació en 1975 en La Paz. Es la mayor de cuatro hermanos, tres mujeres y un varón. Ella y las demás niñas fueron criadas por su abuela y su padre.

Recuerda que su padre, de origen humilde, fue muy honesto al decir a sus hijas que tal vez no iba a tener dinero o bienes para heredarles; pero sĂ­ habĂ­a algo que podĂ­a dejarles, era el conocimiento y por eso debĂ­an esforzarse duramente en los estudios.

Por ello, la futura hip hopera fue muy "corcha”, segĂşn dice.

Al ingresar a la carrera de Informática en la UMSA conoció a un amigo que vivía en El Alto.

Él la llevó a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Villa Dolores. Tiempo después se abrió la Casa de las Culturas de Wayna Tambo, a la que empezó a asistir.

En 1998 inició sus estudios en Educación Alternativa y trabajó con niños que vivían en la calle. Ése fue el verdadero momento de quiebre en su vida.

"Todos esos procesos hicieron que se me caiga la venda de los ojos. Mi proyecto de vida cambiĂł. EmpecĂ© a mirar lo que habĂ­a alrededor. Se te hacen tan normales los problemas que ves dĂ­a a dĂ­a, en los que no profundizas y por eso la situaciĂłn te parece normal”.

La distribución desigual de la riqueza, la inequidad, la discriminación y la lucha política a través de la cultura que hacía Wayna Tambo la inspiró para formar parte de sus actividades, para entonces ya se había enamorado de El Alto y su dinámica.

La mujer revoluciĂłn

"Nuestras ciudades tienen una fuerte presencia indĂ­gena y por su situaciĂłn ellos han sido ninguneados. Ese discurso tiene una fuerte influencia colonial, es una lĂłgica muy compleja. Pero, no se trata de que caigan los k’aras y suban los indios, sino que en nuestra diversidad sepamos convivir”.

Fue en la movida cultural del "wayna” que ella conociĂł a Bojorquez, Ukamau y kĂ©, quien serĂ­a su pareja sentimental por cinco años hasta su deceso.

En 2007, una de las invitaciones que tenía el hip hopero era para participar con una canción sobre el agua en el Octubre Azul, actividad organizada por la Fundación Solón, en la paceña feria dominical de El Prado.

Como él no podía, ella decidió presentar la canción. Recuerda que en su vida había hecho o escuchado hip hop, además de Ukamau y ké, y estaba muy nerviosa.

"Cuando empecĂ© a cantar me di cuenta de la fuerte conexiĂłn que estableces con la gente. Tocas otro nivel de sensibilidades en las personas. Si hacemos lo mismo, a partir del discurso, no habrĂ­a el mismo interĂ©s. La mĂşsica crea una conexiĂłn mágica”.

Ya no hay nervios, hoy se apodera del escenario, con su voz, su actitud, las incontables trenzas que recorren su espalda, pero sobre todo armada con la convicciĂłn que tiene en sus ideas.

Recuerda que casi muere de dolor cuando Bojorquez falleció y que la conexión que tuvo con él no la ha sentido con nadie más.

Sabe que para una mujer la vida no es fácil en este sistema de clases sociales, ya sea para la más "jailona” o la más "indĂ­gena”.

A todo esto, cabe preguntarse ¿quĂ© es Nina Uma? ¿Anarquista, feminista, izquierdista?
"Me han dicho que soy todo eso. Yo creo que sĂ­, solamente que no en una idea sĂşper definida . Lo que sĂ­ se puede decir es que estoy a favor de que las cosas sean equilibradas para todos. No que la riqueza se concentre en unos pocos, mientras los demás mueren de hambre”, justifica.

Para Nina Uma la cosa es proponiendo. No se trata de criticar o tener una posiciĂłn radical, nadie tiene la verdad absoluta. "Si no te gusta la realidad, quĂ© haces para transformarla”, afirma.
Nina Uma es transparente y frontal como su mĂşsica, de carcajada profunda, de convicciones claras y acciones concretas.

Basta verla con el pequeño Inti para percibir que es una mujer de muchas facetas, detrás del micrófono, en la lírica y la maternidad. Todo esto tiene algo en común: la pasión por mejorar la realidad.

Nadies nos calla

Vivo en un lugar
muy, muy, muy alto
que precisamente
es la ciudad de El Alto
ciudad compleja en medio
de la diversidad no se acompleja.

El alteño con su sueño vivir
Convivir creativo
Sobreviviendo dĂ­a a dĂ­a
Si no me creen
PregĂşntenle a la tĂ­a de la esquina
La lucha por la vida es cada dĂ­a.

La Ceja no piensen
que está cerca a la oreja
a ella pocos lugares se asemejan
acá, acá está concentrado
el comercio informal
muchos habitantes
somos juntos gigantes
haciendo correr a presidentes maleantes
y a quien contra el pueblo se levante.

El Alto en la batalla, batalla
Nadies nos calla, nos calla
El Alto en la batalla, batalla
Nadies nos calla, nos calla.

Página Siete

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