“En este día no hay nada que festejar, debemos seguir luchando para que no haya más mujeres muertas por la violencia”, se lee en una publicación de Facebook hoy Día Internacional de la Mujer, estas palabras resumen el sentimiento que embarga a hombres y mujeres en toda Bolivia, que en este 8 de de marzo más allá de celebrar piden un país sin violencia de género.

En el Día Internacional de la Mujer es triste recordar que según datos de la Organización Panamericana de la Salud, Bolivia es el país donde más se maltrata a las mujeres en Sudamérica, un 53% de las bolivianas fue maltratada alguna vez, física o psicológicamente.

Entre enero y febrero de este año en Bolivia 29 mujeres fueron asesinadas, 21 de ellas por su condición de mujeres, delito que se penalizará desde mañana como “feminicidio”, y otras 8 por inseguridad ciudadana. Entre 2009 y 2012 el número de muertes violentas de mujeres fue de 621.

7 de cada 10 mujeres en Bolivia reconocen que sufren de algún tipo de violencia, estos datos de la campaña “Reacciona Bolivia, ÚNETE contra la violencia hacia las mujeres”, auspiciada por la ONU, superan lo señalado por la OPS y elevan al 70% la cifra de mujeres que fueron agredidas de alguna manera.

Más allá de las cifras que nos sirven para comprender la dura realidad de la mujer en Bolivia, se debe comprender que es urgente cambiar este triste panorama. Una normativa más dura será implementada desde este fin de semana, pero la tarea está más allá de la aplicación de leyes punitivas.

Este sábado se promulgará la Ley Integral para Garantizar a la Mujer una Vida Libre de Violencia, el feminicidio se castigará con 30 años de cárcel, el avance normativo más allá de ser significativo aún hace temer que no sea suficiente para detener este mal.

Según el psiquiatra y terapeuta familiar René Calvimontes, la única forma que existe para erradicar la violencia familiar es reeducando al país.

“La solución es que se lancen decretos para que se forme en la escuela la educación de las mujeres, para que mejore la autoestima, para que mejore la igualdad, para que aumente el civismo, para que aumente la categoría de la esencia de las mujeres en este mundo moderno, ya que tenemos 500 años de machismo”, lamenta el especialista.

No se debe esperar a que la muerte de una mujer se convierta en noticia para que esto nos alarme de una realidad que ha existido desde siempre y que tiende a empeorar, el momento es ahora y parte de hombres y mujeres.

Es una tarea, es un reto para que dentro de un año cuando llegue esta fecha la celebremos en vez de recordar a quienes perdieron la vida sólo por su condición de ser mujeres.