Washington, 4 Ene.- Washington y Caracas mantienen contactos secretos para lograr un acuerdo que garantice la transición política venezolana ante la cada vez más amplia posibilidad del alejamiento de Hugo Chávez de la presidencia, según medios de prensa estadounidenses e internacionales.

Los contactos, aun en estado preliminar, tienen tres vertientes. La primera, evitar el descontrol social y político en Venezuela después del alejamiento de Chávez; segundo, garantizar que el mercado petrolero internacional se mantenga estable y, tercero, iniciar una fuerte campaña contra la influencia del narcotráfico con el retorno de la DEA.

Las fuentes mencionadas por la prensa indican que los dos hombres fuertes venezolanos, el vicepresidente y virtual heredero de Chávez, Nicolás Maduro, y el líder legislativo, Diosdado Cabello, han echado cabos hacia Washington con el propósito de formalizar futuras negociaciones.

Fuentes diplomáticas en Washington han dejado trascender que Estados Unidos no desea que Venezuela caiga en un imprevisible enredo político y social por la lucha por el poder tras el alejamiento de Chávez, cuya deteriorada salud le impediría el retorno para asumir el próximo 10 de enero la presidencia y del que se dice que está sometido a un coma inducido.

Washington, a cambio de la “pax entente”, estaría exigiendo el retorno de la DEA (Drug Enformcement Agency) para emprender el combate al narcotráfico, en particular los nexos entre mafia colombiana, la guerrilla de las FARC y militares venezolanos de alto rango que protegen el tráfico de cocaína hacia el Caribe y México. Esta vertiente incluiría el paulatino establecimiento de relaciones diplomáticas amistosas.

El embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, es mencionado por la prensa como el nexo de Nicolás Maduro y la administración de Barack Obama. También se menciona a un emisario (no identificado) de haber sostenido entrevista el pasado mes de diciembre con Ricardo Zúñiga, jefe para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Por su parte, Cabello habría expresado su interés de negociar con Washington a cambio de eludir el cargo de ser el eje del narcotráfico venezolano que también involucra a generales de ese país.

Varios informes estadounidenses señalan a Cabello como el supuesto responsable de la organización de un grupo de alto nivel para la protección del narcotráfico. Desde finales de 2010 ambas naciones dejaron de tener embajadores en Caracas y Washington. Chávez promovió a través del movimiento bolivariano una campaña contra Estados Unidos, pero la ofensiva política no impidió a Venezuela a seguir siendo uno de los principales proveedores de petróleo.

Las fuentes diplomáticas en Washington indican que el Departamento de Estado tendrá la difícil tarea de evaluar entre Maduro, un político leal con La Habana pero de perfil político pragmático, y Cabello, un exmilitar nacionalista que no es santo de la devoción del gobierno comunista de Cuba.