“Acompañado de familiares y amigos”. Así partió ayer, a los 74 años, el cantante y cineasta argentino Leonardo Favio, quien falleció en un hospital de Buenos Aires aquejado por una neumonía aguda que lo mantuvo varios días en cuidados intensivos.

Favio, cuyo nombre verdadero era Fuad Jorge Jury, fue sometido a una intervención en agosto y desde entonces había reducido sus apariciones en público.

Considerado uno de los mejores directores del cine argentino, obtuvo un gran éxito con su filme Nazareno Cruz y el lobo, de 1975. Según el periódico Clarín, esa cinta llevó a más de tres millones de personas a los cines. A lo largo de su trayectoria dirigió 11 películas y editó 19 discos.

El cantautor nació el 28 de mayo de 1938 en la provincia de Mendoza. Tuvo una infancia pobre y problemática, pues fue abandonado por su padre y fue su madre, la escritora y locutora Manuela Olivera, quien le regaló el ímpetu artístico.

Superada la etapa más dura, que incluso lo llevó a la cárcel, se acercó al teatro y se trasladó a Buenos Aires, donde comenzó su carrera en el campo del cine y de la música.

Fue entonces cuando estrechó la mano de su principal padrino, Leopoldo Torre Nilsson, con quien filmó películas como La mano en la trampa y El secuestrador, según señala una nota de Clarín.

Antes y después de Nazareno Cruz y el lobo, Favio realizó películas que dejaron huella en posteriores generaciones de cineastas de su país. Una de ellas fue Soñar, soñar que fue estrenada poco antes del golpe de Estado de 1976 y que duró pocos días en la cartelera por su contenido político, pues era considerada una producción en favor del peronismo. Ese mismo año fue exiliado y regresó a su país recién en 1987.

Años después retornó al cine con Gatica, el Mono, estrenada en 1993. Entre 1996 y 1999 dirigió el documental Perón, sinfonía del sentimiento, sobre la historia del peronismo y la vida del tres veces presidente argentino Juan Domingo Perón (1895-1974).

Su última película, Aniceto, estrenada en 2008, es una nueva versión de su cinta El romance del Aniceto y la Francisca (1967).

Otros de sus filmes son El amigo (1960), Crónica de un niño solo (1964), El dependiente (1969) y Juan Moreira (1973).

Pero además del séptimo arte, su nombre quedó grabado también en la música popular, un área a la que el artista tenía gran respeto. “Me permitió vivir con dignidad”, comentó Favio en una entrevista.

Como cantante saltó a la fama por baladas como Fuiste mía un verano (1968), Ella ya me olvidó y O quizás simplemente le regale una rosa, entre otros.

Entre sus discos están: En España (1970), Vamos a Puerto Rico (1971), Favio (1973) y Hola Che (1973). El año pasado presentó dos discos de colección titulados 30 grandes éxitos y Leonardo Favio Hits Collection.

En agosto de este año, a pesar del agravamiento de su salud, Favio fue visto por última vez en público cuando la Cámara de Diputados le otorgó el Diploma de Honor Presidente Néstor Kirchner por “su trayectoria artística y sus convicciones intransferibles”, apunta Clarín. Su siguiente proyecto cinematográfico, demorado e inconcluso, iba a llamarse El mantel de hule.