A Lucía le extirparon un seno y pasó más de un año conllevando el tratamiento contra el cáncer de mama. Tuvo que dejar de trabajar porque las fuerzas no le alcanzaban, mientras se le caía el pelo, soportaba silenciosamente las rutinas de las quimioterapias, su dieta cambió, el malestar, el cansancio y todos los efectos negativos eran parte de su vida diaria. Ahora, por fin ha terminado su tratamiento que al principio parecía interminable. Dice que siente que ha vuelto a nacer, aunque también le invade un terrible temor de que la enfermedad regrese.

Seguimiento. Según la Sociedad Americana de Oncología Clínica, en su manual "Sobrevivencia al Cáncer", lo primero es hablar con su médico sobre las recomendaciones para su atención de seguimiento, lo que incluirá exámenes físicos y/o pruebas médicas periódicas para verificar su recuperación durante los próximos meses y años. Después, dependiendo del tipo de cáncer, usted requerirá de servicios de rehabilitación para ayudar a mejorar los aspectos físicos, sociales, psicológicos, recreativos, educativos y laborales.

Ejercicios. Por su parte, el oncólogo Elmer Huerta, en el sitio cancer.gov, recomienda hacer ejercicios durante aproximadamente 30 minutos, todos, o casi todos los días. "Le ayudará a reducir la ansiedad y la depresión, mejorará su estado de ánimo, elevará su autoestima, y reducirá los síntomas de fatiga, náuseas, y si tuviera dolores.

La comida. En cuanto a la alimentación, es posible que tenga algunos problemas para comer, por el adelgazamiento y los cambios en los sabores o en los olores, que muchas veces continúan después de que termina el tratamiento. Si le han hecho cirugía para extirpar o quitar una parte del estómago o de los intestinos, entonces es posible que siempre tenga problemas relacionados con la comida. Comer sanamente le ayudará a recuperar las fuerzas y a reconstruir los tejidos. Coma muchas frutas y verduras crudas y cocidas, también jugos de frutas. Todos tienen vitaminas, minerales y fibra.