Boda histórica entre Álvaro García Linera y Claudia Fernández

Tiwanacu, 9 de septiembre.- El vicepresidente Alvaro García Linera y la periodista Claudia Fernández fueron parte de un ritual único para el llamado matrimonio ancestral que tuvo lugar este sábado en Kalasasaya, Tiwanacu. Ambos, marido y mujer, se mostraron alegres y emocionados, más ella que él, y lo contagiaron a los asistentes que se pusieron a festejar.

El primer baile de los recién casados marcó el inicio de la nueva vida de familia García Fernández, en Tiwanacu, donde recibieron los deseos de felicidades y prosperidad de cientos de personas.

La singular ceremonia no tuvo antecedentes en el pueblo de Tiwanacu, a donde asistieron miles de personas, entre autoridades, diplomáticos, parientes y amigos de los novios, como comunarios de los alrededores del pueblo, levantado sobre las ruinas de la civilización preincaica y más importante de la región.

Grupos de música autóctona, folklórica y tropical animaron, desde el mediodía, el enlace de los novios, que llegó a su momento culminante cerca de las 11.30, cuando García Linera le dio beso a su esposa, en la puerta del Sol, poco antes le dio otro, aunque por instantes.

Durante el enlace matrimonial andino, dirigido por una veintena de amautas, dos parejas de campesinos se casaron en Tiwanacu, pero con la bendición del párroco de la Iglesia Católica del pueblo. A la usanza tradicional.

Delia Medina, vecina del pueblo, participó en la ceremonia y dijo que los rituales que se cumplieron para el enlace de Álvaro y Claudia son únicos. “Aquí se casan algunas veces los extranjeros, pero los bolivianos no. Aquí en el pueblo, nos casamos por la Iglesia”, apuntó la señora.

En todo caso, el enlace fue preparado con la suficiente anticipación con el fin de dotarle de la simbología aymara y para que los rituales realizados vayan de acuerdo con la sabiduría de los amautas.

“La ceremonia del jaq’echasiña (hacerse gente) es un paso importante, no son las personas las que nos unen, sino las fuerzas naturales. Los amautas piden ayuda llaman al padre cosmos, a la madre tierra, a todos los abuelos y abuelas”, explicó Fernando Huanacuni, uno de los protagonistas en la organización del matrimonio.

Bajo ese criterio, Clauda y Álvaro bebieron agua de un río que se alimente de dos confluyentes diferentes, como un símbolo de que dos personas se unen para un mismo destino. Aquello ocurrió en el camino a los Yungas, La Paz.

El Presidente se antojó

La peculiar boda celebrada hizo que el presidente Evo Morales dijera que, por unos minutos, “se antojó” de tener una pareja a su lado.

“Hace antojar, hace desear, pero yo sigo enamorado de Bolivia”, dijo Morales, que fue el encargado de llevar a García Linera, en vehículo, hasta la localidad de Tiwanacu, siguiendo la tradición de que el novio debe llegar con anticipación a la celebración.

El Gobierno en pleno, el cuerpo diplomático, legisladores e invitados participaron en el enlace.

En nombre del recién casado, el presidente agradeció el acompañamiento del pueblo boliviano, en especial de los vecinos y comunarios de Tiwanaku.

“Que sea un modelo de nueva pareja en estos tiempos, por supuesto que tengan mucha felicidad: éste ha sido un hecho hist{orico e inédito el matrimonio del compañero Álvaro”, dijo Morales.

Oxígeno

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