Álvaro García Linera y Claudia Fernández unieron sus vidas en un matrimonio inolvidable

Con la puntualidad que pocas veces se vive en los actos oficiales o públicos, la unión entre el vicepresidente Álvaro García Linera y la periodista Clauida Fernández se cumplió la ceremonia de unificación como estaba previsto bajo los preceptos del rito andino realizado en el templo de Kalasasaya en Tihuanacu, La Paz.

Mucha gente del gobierno, empezando por el presidente del Estado, Evo Morales, ministros diputados y senadores, además de invitados especiales como la ex premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, además de representantes diplomáticos estuvieron en medio de los visitantes que participó de la ceremonia ancestral.

El único medio televisivo que transmitió la ceremonia fue canal once Red Uno. Una columna de ponchos rojos, entre varones y mujeres formaron desde el ingreso hasta el punto donde se iba a realizar la ceremonia. Los comentaristas que llegaron al lugar indicaron que para el ingreso se tuvieron que quitar los zapatos y sentir la energía cósmica del lugar.

El primero en arribar al templo de Kalasasaya fue el vicepresidente Álvaro García Linera (lo hizo a las 10.25). Lo hizo sólo porque así lo había señalado la lectura en hojas de coca que efectuaron los amautas. Sólo estuvo flanqueado por los amautas dos personas allegados a su familia. Su traje era de un negro intenso con borden de aguayo y camisa blanca

Claudia lo hizo a las 10.34 acompañada de de sus padres. Se reiteró que ese fue el deseo de la Pacahamama. Su traje era blanco que acompañó con tapado del mismo color y en la cintura llevaba una faja que de acuerdo con la lectura andina representa el equilibrio. Se indicó que el traje estuvo a cargo del diseñador francés, Jan Francois.

En el altar preparado para la ceremonia ambos fueron flanqueados por los padrinos y fue el inicio de la ceremonia de unión. Los amautas, varón y mujer; que en el mundo andino representa el equilibrio. Ahí se le entregó a Álvaro una chuspa donde para que coloque las semillas y la coca como representación de la abundancia; a Claudia le entregaron un Tari para que coloque la comida; también se les entregó los dulces que fueron colocados luego a la huajta y se les unió con un cordón de cuero de alpaca (representas que nunca se van a separar).

En aymara, los amautas, recomendaron a la pareja amor y unidad. “Todos los vamos a acompañar, con un solo corazón”; a Claudia. “Te voy a preguntar sobre el joven Álvaro, así mismo ¿tú lo quieres? Lo vas a cuidar con todo tu corazón. No queremos que un día se separen”, fue la recomendación.

Cumpliendo con la ceremonia ambos bebieron el agua recogida y los yatiris procedieron con la bendición sahumados con incienso y agua. Luego se invocó a los abuelos más antiguos para que completen la unión.

Posteriormente se dirigieron a los siete puntos del templo e ingresar por la puerta del Sol al templo de Akhapana y se dirigieron a la parte más alto del templo para dar sus votos donde se quedaron 15 minutos a solas; oportunidad en la que se dijeron todo lo que sienten.

En la Plaza Central de Tihuanacu para la merienda estaban listas las chuas donde se servirá el ají de fideo preparado para el efecto como plato principal, al igual que la torta que de acuerdo con los informes fue preparado con harina de quinua.

Culminada la ceremonia la pareja fue llevada en una totora como parte de la tradición andina y recibir la energía del cuerpo para que vaya bien a la pareja.

Radio Fides

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