Sin importar el corte, el color, la forma o la contextura, el pelo puede sufrir de resequedad o de grasa. Secretos para no caer en ninguno de estos extremos.

Evitar las toallas

Una vez se lave el pelo, no utilice la toalla para secarlo. Al frotar el pelo mojado, que está mucho más frágil de lo normal, rompe la estructura capilar y es ahí cuando se reseca el cuero cabelludo.

Evitar el secador

Es mejor dejar que el pelo se seque solo para evitar quiebres, pero si es indispensable utilizar el secador, procure hacerlo cuando el pelo está bien mojado; al final, pase aire frío para cerrar los poros.

Tomar levadura de cerveza

Debido a sus altos contenidos de vitaminas y de complejo B, que ayudan al revitalecimiento capilar, es recomendable tomar dos cucharadas de este producto al día.

Usar mascarillas

Para combatir el pelo demasiado seco, mezclar dos yemas de huevo con una cucharadita de ron y otra de aceite de ricino. Aplicarlo antes de lavarse la cabeza.

Comer hígado

Por sus altos contenidos de ácidos grasos, ayuda a nutrir el cuero cabelludo y fortificar los folículos y así evitar la resequedad. Coma mínimo dos porciones a la semana para asegurar buenos resultados.

Cuidar la temperatura

Al momento de lavarse el pelo, evite hacerlo con agua demasiado caliente ya que el calor abre los poros y produce secreciones que aumentan el nivel de grasa del cuero cabelludo.

Usar peinilla

Como los cepillos tienen cerdas pegadas, arrastran la grasa desde la parte superior de la cabeza hasta el resto del pelo. Es mejor usar peinilla de dientes separados que peina y desenreda sin acumular grasa.