Consejos para colocarte un piercing en la lengua

Últimamente nadie se sorprende al ver pendientes en la ceja, la nariz, los pezones, la lengua, el ombligo, los dientes e incluso en los genitales (aunque no se vean a primera vista). Esta moda no es nueva, muchas tribus africanas y los mayas llevan practicando estos ritos de perforación desde hace siglos, bien por adornarse el cuerpo o por creencias religiosas.

Al igual que ocurre con los tatuajes, antes de ponerte a ello deberás reflexionar acerca de si estás realmente convencida de querer hacértelo. Hay que pensar que en el mundo laboral no suele estar bien visto y que cuando pasen unos años puede que te arrepientas. Además, hacerte un piercing conlleva sus riesgos y requiere ciertos cuidados, que no son pocos si no quieres sufrir infecciones y dolores en la zona mientras lleves el piercing puesto.

Si te has decidido a dar el paso y ya que estás hablando de perforar tu cuerpo ¿no crees que has de tomar unas medidas de seguridad e higiene que impidan complicaciones posteriores? Vamos a darte unos consejos para hacerte el piercing con seguridad.

Puntos básicos para un piercing seguro

1. Elige el establecimiento adecuado. Nada de que te lo hace una amiga con una aguja mojada en alcohol... Acude a un Centro especializado, que sea serio y limpio, donde tengan el material esterilizado y desechable, que no utilizan pistolas de perforación, ya que éstas no son estériles, y donde el personal use guantes de látex y mascarilla en la manipulación.

2. Infórmate en tu ciudad: seguro que hay locales de tatuajes o centros de estética que ofrecen este servicio. En algunas Comunidades Autónomas este sector está regulado por normativas sanitarias. Normalmente estos centros no están autorizados a usar anestesia, así que recuerda que el dolor durante la perforación está asegurado, ya sea en la lengua, en el tabique nasal, en los genitales o cualquier otra zona.

3. Si eres menor de edad en estos Centros probablemente te exigirán que lleves por escrito una autorización paterna/materna donde se te dé permiso para realizarte el piercing. Así que si no has cumplido los 18 años deberás pedir permiso a tus padres.

4. Por tu seguridad, pide que te realicen el tatuaje o piercing sobre una zona de la piel sana, sin rozaduras, quemaduras, granos, reacciones alérgicas, ni síntomas de enfermedades dermatológicas. No te la juegues, es mejor esperar 15 días que aumentar el riesgo de una infección.

5. En cuanto a los piercings, debes tener en cuenta que hay partes del cuerpo como la lengua, el ombligo, los pezones, los labios o los genitales, en las cuales es más fácil que puedan ser arrancados con el roce o al quedar enganchados en la ropa. Recuerda también que las zonas con mucosas (boca, nariz, lengua y genitales) son más sensibles a contraer infecciones, por lo que deberás llevar un mayor cuidado mientras lo lleves puesto.

6. Elige un piercing fabricado con materiales hipoalérgicos como oro, titanio, platino o acero quirúrgico de alta calidad. La plata puede producir infecciones ya que se oxida en contacto con el aire. El plástico también puede ser esterilizado y por tanto utilizado, aunque puede producir alergias en muchas personas. Elige una pieza que no tenga fallas o superficies irregulares donde puedan meterse bacterias que proliferen hasta crear una infección.

7. Elige la mejor temporada: los piercings son heridas en la piel. Para su correcta cicatrización, pide consejo al especialista sobre qué precauciones y qué medidas debes tomar. No podrás bañarte en el mar ni en la piscina hasta que la herida haya cicatrizado totalmente, así que el verano, aunque puede ser la más apetecible, no es la mejor época para hacerte un tatuaje o piercing.

8. Controla la zona del piercing y acude enseguida al médico si tienes alguno de estos síntomas: fiebre, enrojecimiento y/o inflamación, dolor, picores o molestias.

9. Debes saber que durante un período de 1 año, las personas que se hayan hecho un tatuaje o piercing no pueden ser donantes de sangre.

Diario Femenino

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