Cuando se está entrando a la etapa de la preadolescencia y más aún en la adolescencia, los chicos tienden a desvelarse de noche y dormir hasta tarde por las mañanas, y aunque los especialistas señalan que los adultos no tienen el control sobre la fisiología de sus hijos, sí pueden fomentar en ellos mejores hábitos de sueño. ¿cómo lograrlo?

La National Institutes of Health (NIH) informa que los chicos que no duermen lo suficiente tienen dificultades para concentrarse en clase y a menudo sacan menores notas de las que pueden.

Una buena rutina. Según destaca la médica y terapeuta juvenil, Sandra Medina, es importante como primera medida que el padre anime a su adolescente a dormir toda la noche regularmente. "Trate de establecer una rutina para la hora de acostarse. Ayude a su adolescente a evitar desvelarse para hacer tareas o estudiar. Si las actividades extracurriculares después de la escuela consumen mucho tiempo, considere la posibilidad de reducirlas".

Horario fijo. Haga que su adolescente se levante a la misma hora todas las mañanas, dice el consejo de la experta, "Desaconséjele que duerma los fines de semana para “recuperar el sueño perdido”; esto causa más daño que beneficios porque altera los ritmos del sueño", explica.

Evite que lo haga. Aparte de dormir, desaconseje cualquier otra actividad en la cama como leer, escribir, comer, ver Tv, hablar por teléfono, jugar videojuegos u otros juegos, "estos malos hábitos inducen al desvelo y por ende a la falta de sueño al otro día", dice Medina.

También evite las siestas prolongadas y en las últimas horas de la tarde, porque retrasan la conciliación del sueño nocturno. No deben pasar más de los 30 minutos

A la hora de estudiar. Sandra Medina recomienda en este caso a los padres que eviten que sus hijos pasen las noches sin dormir para estudiar. "No se debe permitir esperar al último día para prepararse para un examen. No dormir la noche anterior al examen puede hacer que rinda menos de lo que habría rendido al haber estudiado menos y dormido más", agrega.

Buen ambiente. "Los estudios demuestran que la gente duerme mejor en una habitación oscura y más bien fresca", enfatiza la experta. En este caso sugiere enseñarle a su hijo a bajar la persiana o cerrar las cortinas para bloquear el paso de la luz excesiva, ya que el cuarto debe estar relajado para dormir.