Consejos para utilizar un buen bastón

Brad apareció con él en una alfombra roja, y hace un par de semanas atrás el Papa Benedicto XVI lo utilizó por primera vez en publico para ayudarse a caminar, hablamos del bastón, un instrumento de apoyo para muchas personas, pero que sin embargo a la hora de elegirlo hay que tomar en cuenta ciertas características.

Antes vale la pena resaltar que el bastón no solo es un símbolo de vejez ya que quienes sufren para caminar debido a la artritis, problemas de equilibrio, dolor o lesiones saben muy bien que un bastón puede marcar la diferencia entre una vida activa y el aislamiento.

Para elegir. Estos instrumentos se encargan del 25% del peso corporal, según destaca la medico geriatra, Maribel Daza, hay tres tipos de bastones principales:

Bastones normales (estándar): suelen ser de metal o madera y con el mango curvado. O los bastones con mango recto o "en T": son muy útiles para gente con imposibilidad de cerrar completamente la mano. Y los bastones multipatas: con más de una pata (los hay de tres o cuatro).

Un recurso más son los andadores, pueden sujetar hasta el 50% del peso corporal, son útiles para aquellos problemas moderadamente graves. Llegan a tener dos o cuatro ruedas o ninguna. Cuando una persona necesita apoyar moderada cantidad de su peso sobre él, lo mejor es el de dos ruedas. Para quienes no tienen que apoyarse sobre él, las cuatro ruedas facilitarían su desplazamiento. El normal, sin ruedas, es el que ofrece la mayor estabilidad.

Puntos de apoyo. Ahora bien para que el bastón esté correctamente ajustado a las necesidades, Daza aconseja que la parte superior llegue hasta el pliegue de la muñeca cuando quien lo usa se encuentra de pie y con los brazos colgando cómodamente a los lados. "Usar un bastón muy largo tensiona los músculos de los brazos, hombros y espalda; en cambio, usar un bastón muy corto hace perder el equilibrio" enfatiza.

Posición del bastón. "Cuando solo se necesita un bastón es muy importante colocarlo siempre en el lado contrario de la pierna afectada" dice la geriatra. "Esto nos proporcionará una trayectoria normal del centro de gravedad. En el caso contrario, el bastón nos provocaría un desplazamiento exagerado y totalmente innecesario del tronco. Pero cuando el bastón se utiliza fundamentalmente para estabilidad, éste puede sujetarse con cualquier mano".

1 Inicio. Avanze el bastón unos diez centímetros apoyando entonces el mayor peso posible en el bastón y la pierna derecha ( o la que no esta afectada). Esta es la posición más adecuada.

2 El paso. De un paso hacia adelante con la pierna izquierda (la afectada) hasta llegar con ella a la altura del bastón y es aquí donde todo el peso recaerá en la pierna izquierda y el bastón.

3 Caminar. Avanze la pierna derecha por delante de la izquierda y el bastón. Use el bastón para ayudar a quitar el peso de su pierna más débil, moviendo su pierna más fuerte hacia delante.

4 Continuar. Inicie una nueva secuencia teniendo en cuenta que la pierna afectada siempre debe estar acompañada cuando se apoye al suelo (ya sea por el bastón o por la otra pierna).

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