A puro machetazos acabaron con padre e hijo en Ecuador

Johnny Jama, su esposa María de Jesús Rodríguez y su primogénito Fabricio Jama Rodríguez fueron masacrados a machetazos en el sector rural de la parroquia Majua, del cantón Esmeraldas. Sus cuerpos fueron hallados en estado de descomposición, ya que, al parecer, el salvaje crimen ocurrió el viernes pasado.

El hermano de Johnny dijo a la Policía que llegó a la finca la mañana del pasado lunes con el fin de cosechar cacao, pero encontró el cadáver de Johnny en la curva de un pequeño camino, metros antes de llegar a la casa principal.

Tras el hallazgo, el hombre corrió para pedir ayuda. Sin embargo, moradores del sector lo encontraron casi desnudo, manchado de lodo, temblando y en shock diciendo que dos sujetos lo perseguían y que para poder huir se sacó hasta el pantalón.

La familia estaba compuesta por dos adultos y siete niños, por lo que se presumía que todos estaban muertos. La Policía realizó un operativo que incluyó el despliegue de uniformados a lo largo de la vía Esmeraldas-Quinindé. Personal de Criminalística se trasladó al lugar junto al fiscal de turno, Johnny Bedoya. Luego de una caminata de cerca de dos horas y media, las autoridades llegaron al lugar.

La casa está asentada en el centro de una propiedad de 1.200 hectáreas y no se puede llegar en carro. La vía más cercana está localizada a unos ocho kilómetros. En medio del fango, y entre la maleza, a unos 500 metros de la vivienda, estaba el cuerpo de Johnny Jama, cincuenta metros más abajo el de su esposa y a unos 20 el del adolescente. Aunque los tres cuerpos estaban descompuestos, los uniformados pudieron apreciar los brutales cortes realizados con el machete.

TRÁGICO RELATO

Dentro de la casa permanecían los seis menores de edad. El de 11 años contó al fiscal que un sujeto llegó el pasado viernes para decirle a su madre que su marido estaba borracho y que no podía caminar por el sinuoso camino.

Ella pidió a su hijo que la acompañara y los dos salieron de la casa, pero a los pocos minutos los niños escucharon a su madre pedir auxilio rogando por su vida. Luego su hermano entró a la vivienda con cortes en la espalda y brazo izquierdo gritando el nombre del asesino.

Los pequeños preguntaron por su padre, pero el adolescente aseguró no haberlo visto antes de morir desangrado en la puerta de la vivienda.

El niño de 11 años tomó una carabina y disparó dos veces al aire para evitar que los asesinaran a ellos y permaneció armado con sus hermanos agazapados en un rincón de la habitación.

HORAS DE TERROR

Al día siguiente y tras notar que el cuerpo de su hermano empezaba a descomponerse, el menor de edad animó a sus hermanos a sacar el cadáver de la casa. Luego estuvieron escondidos en la vivienda hasta el lunes, cuando policías, fiscales y moradores llegaron al sitio.

El motivo de este brutal asesinato sería una disputa por cinco hectáreas de terreno que comenzó hace un año y estaría a punto de resolverse en uno de los juzgados de Esmeraldas a favor de la familia Jama.

En la cintura del cuerpo de Johnny se halló una carta en la que los criminales advertían que si denunciaban el hecho o seguían con el litigio acabarían con toda la familia.

Extra

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