Un estudio realizado por el Centro de Promoción de la Mujer “Gregoria Apaza” determinó que el 74 por ciento de la población de la ciudad de El Alto (más de 700 mil habitantes) se dedican al comercio informal, es decir, son gremiales, de este porcentaje, la gran mayoría (casi un 90 por ciento) serían mujeres quienes en muchos casos, según la investigación, ganan seis bolivianos diarios, monto que no les sirve “ni siquiera” para alimentar a sus familias.

De acuerdo a declaraciones de la directora ejecutiva de la institución, Cecilia Enríquez, la pobreza en la que está sumida gran parte de la población alteña tiene rostro de mujer, debido a que por el machismo aún vigente la urbe alteña y el fenómeno migratorio del área rural, las jefas de hogar son quienes tienen que trabajar, atender a los hijos y al marido, mientras que, en algunos casos, sus conyugues simplemente se dedican a aportar parte de sus sueldos y el resto ‘tomárselo’.

“En El Alto, el 74 por ciento de las mujeres trabaja en las calles, son cuentapropistas en situaciones muy desfavorables para ellas, por ejemplo, ganan lo mínimo básico y a veces hasta mucho menos; no tienen acceso a un seguro de jubilación, no tienen ningún beneficio social, no tienen ningún seguro médico, tiene que trabajar las mujeres en las calles junto a sus hijos porque no hay guarderías donde los puedan dejar”, explicó.

Proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que el municipio de El Alto para 2010 tenía una población estimada de 960.767 habitantes, siendo el 48.76 por ciento comprendido por hombres y el 51.24 mujeres. Otros análisis indican que en el 2011 el número de personas que reside en esta ciudad llega a 1.184.942.

Entre otros datos preocupantes, se establece que el 72.9 por ciento de la población urbana vive en situación de pobreza, es decir, siete de cada diez alteños tienen dificultades en el acceso adecuado a servicios e insumos básicos, educación, salud y vivienda; mientras que un 12 por ciento de los habitantes (doce de cada cien) se halla en indigencia.

Dobles y triples jornadas laborales

Según investigaciones del centro “Gregoria Apaza”, entre las problemáticas que afectan a las mujeres y sus familias se puede destacar: la descomposición de su hogar, divorcio, abandono o la condición de madres solteras. Estas situaciones obligan a que mujeres deban realizar una doble y hasta triple jornada laboral para cubrir las necesidades básicas de la familia a su cargo. Este hecho representaba que de cada cien familias en Bolivia, 30 tenían como jefa de hogar a la mujer.

El diagnóstico determina que las mujeres cumplen jornadas laborales equivalentes a la explotación. Ocupan 7,7 horas diarias en actividades productivas, 8,4 horas en actividades reproductivas y 0,2 en trabajo comunal, lo que supone 16,3 horas diarias de trabajo agotador.

Mientras que de cada cien mujeres, 38 son trabajadoras por cuenta propia; 27 sin remuneración; 14 son empleadas; 5 asalariadas del hogar y 4 obreras. (Tomado de GAIA Noticias)