El Alto: Rap en las alturas

A 4.000 pies de altitud, el movimiento de hip hop de la ciudad de El Alto es probablemente el más alto en el mundo. La música se mezcla con estilos folclóricos ancestrales y modernos sonidos del hip hop, con letras sobre la revolución y el cambio social. Insane Race, Ukamau y Ke, Clandestine Race y otros intérpretes del género, a menudo se reúnen en eventos de “estilo libre”, en donde los distintos músicos toman turnos al micrófono para rapear.

Un instrumento del pueblo. “Queremos preservar nuestra cultura a través de nuestra música. Con el hip hop, miramos siempre hacia el pasado, hacia nuestros ancestros indígenas” sostiene Abraham Bohorquez, un reconocido artista del hip hop en El Alto que trabaja junto a otros artistas del hip hop para mostrar la realidad de lo que está sucediendo en el país. “A través de las letras criticamos los malos políticos que se aprovechan de nosotros. Con este estilo de hip hop somos un instrumento para la lucha, un instrumento del pueblo”.

Un estilo distinto. Aunque la música está dirigida a un público amplio, “no cantamos sólo cosas como ‘me siento mal, mi novia me dejó y ahora me voy a emborrachar’. Se trata más de tratar de resolver problemas en la sociedad”.

En muchas de las canciones, flautas andinas y tambores crean un engranaje con el sonido. Este aspecto, junto con los dialectos indígenas, hace de este hip hop algo fuera de lo común en cuanto a estilo. Los temas elegidos también son distintos. En una canción lidian con la violencia callejera y los desamparados en la ciudad alteña. Hablan de los “niños que viven en las calles, huérfanos de padres y madres, y de la violencia que crece día a día, el desempleo también es una temática”, entre otras cosas.

Wayna Rap

(Rap Joven) es el nombre del grupo de Bohorquez, algunas de sus canciones son completamente en aymara, otras incluyen una mezcla de español, inglés y dialectos poapulares en esa ciudad.

Página Siete

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