El qhatu de la 16 de Julio en El Alto de La Paz

El presente artículo es parte de la ponencia presentada por el autor en la Conferencia Internacional organizada el mes de marzo de 2007 en Bruselas, bajo auspicio del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe
Jaqi qamawinxa, taqikunasa aynikiwa.«en esta vivencia de la vida, todo lo que haces es devuelto» (memoria comunitaria andina)
El Alto: re-creación y continuidad atávica
La ciudad de El Alto, haciendo eco a la expresión de: «volveré y seré millones» (T. Katari 1781), con las hazañas de febrero-octubre 2003, mayo junio 2005, está revertiendo y recuperando las ideas y pensamientos del cerco a La Paz de los esposos Katari con asentamiento físico y re-creación de la nueva y joven ciudad de El Alto –Machaq-taypi-qullana-Marka- como cuartel general, frente a la opresión del sistema, con simbolismo en debate –toda una estructura de simbología– la re-creación de un nuevo espacio Qullana concentrado, sobre la base de la memoria oral de su pueblo, de la naturaleza y la iconografía lítica de Tiwanaku. Hoy sus intelectuales qullanas, como los movimientos sociales, están preocupados por recuperar y proyectar los saberes y conocimientos cosmogónicos y la reconstitución de los valores de sus estructuras. Es más, parecen decir o están fuertemente iluminados por la qamasa/energía de la cordillera de los Andes, del pico nevado Huayna Potosí, gestando el Machaqa Taypi Jach’a Marka/la nueva, joven ciudad «central» de El Alto, convertida desde su qhathu 16 de julio, en puerta de entrada y salida de la amazonía y ultramar, pues al ser la ciudad más alta del mundo, al sureste del lago Titicaca [t’i-t’i-qaqa] se convierte en la ceja del mundo, que es el jatha/semillero, cultivador de la matriz civilizatoria ancestral milenaria de Tiwanaku, de las riquezas del pueblo aymara-qhichwa, de la cosmovisión qullana-antisuyana/andino-amazónica, cultivador del pensamiento y saber de la institucionalidad del ayllu-marka y por que no decir de la «nacionalidad» Qullana/Boliviana
Al decir de Pablo Mamani (2005) El Alto es una ciudad en movimiento, donde «el paisaje de la ciudad se nutre de estas actividades para construir y reconstruir permanentemente las memorias colectivas, festivas y de las luchas cotidianas que realizan los hombres y las mujeres, sus instituciones etc. Y en el último tiempo la lucha social y política [que] patentiza este hecho es el levantamiento de octubre 2003 y mayo-junio 2005. Allí se visibiliza la invisibilidad de la agitada actividad de rostros curtidos por el trabajo y por el sol. Es la ciudad aymara. Colorean su paisaje los vientos que van del oeste al este, mantas, polleras, ponchos y una gran cantidad de minibuses y micros que transportan a miles de alteños y no alteños en diferentes direcciones para cumplir sus actividades sociales»
El qhathu 16 de julio, crecimiento al aire libre
Una primera cosa que hay que destacar es que los comerciantes concurrentes al qhathu 16 de julio tienen una experiencia de vivencia previa en las comunidades, los ayllus del área rural. Es decir una convivencia con los diversos mundos de la naturaleza, donde la pachamama y el cielo abierto es su hábitat natural y cotidiano, razón por lo que se asientan en las calles y avenidas en contacto con el piso de la tierra y a cielo abierto, allí se sienten a gusto tanto los que venden como los compradores, pero no sólo eso, en la compra venta de cosas materiales hay una especie de mutación de energías espirituales, puesto que entre la oferta y la demanda hay algo adicional como es la iraqa/re-baja y la irjata/yapa/ aumento, con esta acción tanto el vendedor como el comprador expresan su consentimiento de buena voluntad de las partes expresado en taqi chuyma, que traducida literalmente seria «con todo el pulmón». Claro por allí circula la energía espiritual, pero más se entiende como corazón, de «todo corazón» que en aymara sería lluqu/corazón, con lo que estaríamos diciendo «taqi lluqu», que no es común escuchar esta expresión pero sí taqi chyma.
Entonces el contacto con la tierra, la exposición al aire libre no sólo permite ver la variedad y la calidad de los productos, sino también permite las relaciones de afectividad expresados en iraqa/rebaja, yapa/aumento como acto ritual de consentimiento y aceptación mutua sobre la transacción de algún producto. Otro tipo de marketing socio-espiritual de afectividad humana y de productos. Eso está expresado en taqi chuyma/ con todas las energías espirituales que brotan desde sus pulmones.
Para el trabajo de investigación del qhathu 16 de julio de El Alto de La Paz, realizado bajo concurso y con apoyo de Pieb, hemos clasificado la concurrencia de los productos en agropecuarios y no agropecuarios. Es decir haciendo la entrada por productos agropecuarios, productos provenientes directamente de la pachamama y los no agropecuarios o manufacturados, utilizando el método del uta/dualidad de parcialidades armonizadas o cohesionadas en uno, donde los investigadores y los concurrentes al qhathu reciprocan sus saberes y conocimientos, sin imponer, menos anular el uno al otro, sino más bien buscando su complementación, para lograr un producto fortificado o renovado; iniciando contactos de observación y entrevistas con los diversos gremios agrupados en las acciones del qhathu, y hemos procedido por la practica del muyta/recorrido del contorno y la muyt’a/recorrido del entorno del qhathu, el acopio de los datos hemos realizado por la técnica del llamayu/cosecha y la tallma/ rebusque de los datos, en ese proceso encontramos los siguientes elementos:
a) Que la exposición de la materialidad de los productos en la muyta / contorno del qhathu, tiene su correlato complementario de las acciones de la muyt’a / entorno. En este caso de las acciones espirituales de los yatiri-chamakani que guían desde el entorno y dan seguridad, consistencia a las acciones del contorno de la exposición y la circulación de los productos del qhathu. Aquí se observa el manejo y la interacción de las energías materiales en el contorno y las energías espirituales desde el entorno, ambos interaccionando en el qhathu.
b) El orden y desorden de la exposición de los productos, que en función de algún producto principal complementan los otros productos, por ejemplo la venta de automóviles, automáticamente ha abierto espacios para la venta de variedad de accesorios de auto-partes así como los bufetes-abogados de transacciones legales, pero también la serie de servicios complementarios como comidas, heladeros, refresqueros y hasta cervezas para la ch’alla de las transacciones de compra y venta. Eso tiene implicancias de lógicas: donde una cosa es el orden occidental y otra el orden andino que se guía más por complementaciones interactivas. Eso puede ser ilustrado con la graficación en los textiles andinos como son los Jalqa y Tarabuco, que requiere otro estudio e interpretación.
c) La triada: producción–exposición/feria-celebración/festividad, como parte de la dinámica del circuito económico del qhathu, donde hay acciones y servicios comunitarios de complementación y reciprocidad económica, al lado del libre mercado de compra y venta de los productos
d) Espacio de recreación de los históricos qulqa / almacén de recursos naturales y la riqueza, qalqu / cuantificación y cualificación del almacén de los recursos naturales, tampu/espacio de interacción de productos y huma-nos de acopio y redistribución. El qhathu en su dinámica de articulación e interacción de la variedad de productos provenientes de la variedad de los espacios ecológicos, de la amazonía y ultramar, que permiten el crecimiento, la expansión en espacio territorial y dado el tamaño de un jach’a taypi qhathu/ gran feria central, es una acción de recreación del histórico qulqa-qalqu-tampu / almacén acopiador y redistribuidor cuantificado y cualificado de los recursos y las riquezas: materiales - espirituales del pueblo qullana, con una pujante economía alotrópica y atávica.
e) La ubicación del qhathu, espacio territorialmente en un punto del espacio de mayor carga de energía espiritual, que para otros estaría en un punto de la ruta de wiraqhucha o el qhapaqñan /camino de los dioses y dignos, para nosotros en una especie de bisagra articuladora y armonizadora de las energías materiales y espirituales, un espacio de mayor carga de energía espiritual del urdu - umasuyu del jach’a marka qullanasuyu, habitados por pueblos dignos que practican la economía del ayni, pero también es un taypi espacial entre el crecimiento de El Alto y la ciudad de La Paz, que antes era conocida como la Ceja de la hoyada de La Paz
Cosmogonía del qhathu potencialidad qullana para reflexionar y aprender
• Las comunidades de Qullana-Marka (tierras altas, bajas y de la costa), donde se encuentra la república de Bolivia, conformando la comunidad andina de naciones. Tiene una población enraizada con la naturaleza, donde la producción agropecuaria, alimentaria y artesanal tiene una economía y estructura de los pueblos [«indígenas»] principalmente aymara - qhichwa caracterizado con ciertos procesos de reciprocidad y solidaridad, en una trilogía armónica, que es una práctica común en las comunidades y poblados rurales:
Producción – Feria – y Ritualidad festiva.
Pero en una urbe, mejor dicho en una ciudad, se presenta de manera especial, tal es el caso del qhathu/feria 16 de julio de El Alto, que se desenvuelve en una u otra practica, forma de matices, de la reciprocidad y la solidaridad entre los actores participantes en medio de una nube de economía de mercado del sistema.
• El Alto es una ciudad con fuerte incidencia de las comunidades rurales y de familias mineras. En sus inicios se conoció como Alaj Pacha (tierra en el cielo), luego Cruz Pata (pata chakana), finalmente Altu Pata Marka (pueblo de arriba); cuyo nombre oficial es desde 1985 ciudad de El Alto.
Como es de suponer los primeros pobladores fueron agricultores aymaras, que interaccionaban el uso y disfrute de territorios de la altura con la quebrada de achocalla [achu-qalla] y más luego (1904) se fija como una parada de estación ferrocarrilera que después de la Guerra del Chaco (1932-35) surgen algunos acontecimientos en la ceja de El Alto, así de a poco crece e inicia las primeras poblaciones.
Hoy el desarrollo social propio guarda una nitidez interna, típicamente andina cuando celebran acontecimientos comunales y familiares.
• La urbanización crece constante-mente, y también los problemas sociales por la ley de capitalización que causó desocupación y mayor pobreza, también por el choque con nuevas costumbres influidas por la ciudad de La Paz, puente de ingreso de nuevas imágenes y ciertos hábitos adquiridos.
• Las familias tienen pobreza material y desadaptación, perdiendo sus valores familiares, jóvenes varones y mujeres desorientados, ebrios; y niños en el atardecer y anochecer en las calles, deambulando van de un lado a otro, como perdidos, evidentemente perdidos y abandonados en la pobreza.
• Donde las comunidades distritales de El Alto norte y sur, una urbe que representa a una Marka Andina/ Qullana, sostiene una lucha desigual, poco comprendido –en el sistema de cosas del mundo material– pero conlleva grandes potencialidades espirituales y sociales, en la modestia estoica de las comunidades andinas de los distritos de la ciudad, emulando las energías de ambas parcialidades de El Alto.
• La lucha continua por el bienestar / suma qamaña, nos abre perspectivas, para amortiguar la pobreza de las comunidades, donde juegan un papel importante las asociaciones y gremios de la feria 16 de julio de El Alto, que tiene un sentido casuístico, una economía material acompañado en el interior con una economía espiritual. Ambos dan sentido a la vida.
• Estas potencialidades espirituales y sociales se muestra en el jach’a qhathu, denominado feria 16 de julio, un representativo de la economía «indígena» aymara-qhichwa / Qullana con sectores mestizo-criollos, un alma interna de la economía de reciprocidad solidaria espiritual el ayni mink’a yankiña, amortiguador del dolor de la pobreza causado por el sistema de cosas actuales de la economía del mundo. Pero también de por medio está toda una estrategia de cómo encaminar su propio paradigma de vida del suma qamaña, donde precisamente interacciona y emula las dimensiones materiales y espirituales, hacia la armonización de las mismas.
• Las comunidades andinas del pueblo Qullana (que comprende a las tierras altas, bajas y de la costa) muestran un valor potencial de la economía de reciprocidad (ayni, mink’a yankiña) va en pos de recuperar la ruta de Wiraqhucha, el qhapaq ñan para unos y emular el espacio de mayor carga de energía espiritual para nosotros, un mercado de intercambio de la comunidad de los pueblos; hacia la reconstrucción de la economía solidaria de intercambio y reciprocidad
La economía del «Suma Qamaña»/Bienestar y armonía integral, del vivir bien de todos, es un paradigma de vida de los pueblos Qullana que aplicando la visión cíclica del proceso de pachakuti, están mirando atrás, caminando hacia delante, el futuro. Es decir no solo es cíclica, sino, que en el nayraxpacha / pasado por delante, está la experiencia y la sabiduría acumulada que requiere proyectar.
• Una forma económica que necesita fortalecer con el apoyo de todos para todas las comunidades de los pueblos, en el nuevo mundo del Abya-yala.
Podríamos decir que la «economía de la edad de piedra», tal como fue dicho por, MARSHALL SAHLINS (1977/1983) en la que impera El Espíritu del Don, hoy persiste en todos sus matices en la que fue Taypi Qala [la piedra central de Tiwanaku] un sistema que está asentado en el suma tamaña / el bienestar y la armonía integral de la comunidad biótica natural, de los seres de la naturaleza, de la tierra madre, en su acción y circuito de la triada: producción-feria-celebración / fiesta.
1 Aymara-Qullana,sociólogo, investigador y consultor de la cosmovisión, saberes, cosmocimientos y procesos tecnológicos de los pueblos andinos y temas «indígenas», docente de Maestría de Agruco de la UMSS Cochabamba, Responsable de Gestión Cultural del GMEA.

Texto: Simon Yampara

Fuente Pukara

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Alberto,que tal, cómo esta mi querido amigo, nos veremos esta semana..